Ahora, la Universitat Internacional de Catalunya acaba de difundir un estudio en el que se nos anima a consumir grasas para acabar con… la grasa, aunque pueda parecer un sinsentido. Consumir una dieta alta en grasas durante periodos cortos, de entre tres y siete días, activa la grasa marrón, un tipo de grasa que quema calorías en lugar de almacenarlas, y de esta forma puede contrarrestar que personas con una obesidad inicial ganen peso, según un estudio liderado por el Grupo de Investigación en Neurolípidos de la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de UIC Barcelona.
Pero, ¿cómo se produce esto? El estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Lipid Research, revela que la ingesta de alimentos ricos en grasas durante unos días produce un incremento de los endocannabinoides en el hipotálamo, región cerebral que controla el apetito y el metabolismo corporal, así como de la actividad de la grasa marrón, que incentiva el gasto de calorías y ayuda a adelgazar.
La doctora Núria Casals, autora principal de la investigación junto con la doctora Rosalía Rodríguez, ha constatado que “la señal entre endocannabinoides y grasa marrón sólo se produce cuando la obesidad es inicial y no en fases avanzadas de la patología”. El estudio ha sido realizado en ratones.
Pero hay más: “Hemos comprobado que cuando se ingieren estas grasas en periodos reducidos de tiempo se producen diferencias por sexos. Los niveles de endocannabinoides detectados son más altos en el caso de las mujeres y, por lo tanto, tienen una protección mayor frente a la obesidad que los hombres”, explica la doctora Rodríguez
Eso sí, hay que atenerse a esos periodos cortos no superiores a la semana, ya que cuando el consumo de alimentos grasos es prolongado –de 28 días en adelante-, los investigadores han detectado que se observa un descenso considerable de endocannabinoides, especialmente cuando se trata de una obesidad ya establecida.
Lo que sí destacan los autores del estudio es que estos indicios podrían ayudar a prevenir la obesidad, al menos en un estado inicial de la patología. Lo que sí tenemos que tener claro es que, por mucho que nos gusten las hamburguesas y las patatas fritas, hay que tomarlas con moderación. O al menos, durante siete días…