Un equipo de científicos de Israel reportó nuevos conocimientos sobre cómo la diseminación metastásica del melanoma es asistida por las células de grasa cercanas. La investigación no sugiere que la obesidad aumente el potencial metastásico de los cánceres de piel, pero apunta a nuevos medicamentos que pueden detener la propagación del melanoma.

Para muchas personas, el melanoma es una bomba de tiempo. Aunque el melanoma es el tipo más peligroso de cáncer de piel, es extraordinariamente tratable si se lo detecta antes de que se propague. Si se lo extrae antes de que haga metástasis, el 99 por ciento de las personas se curan esencialmente, pero solo el 25 por ciento de las personas sobrevive a la enfermedad una vez que se propaga a otras partes del cuerpo.

“Hemos respondido una pregunta importante que ha preocupado a los científicos durante años“, dice Carmit Levy, de la Universidad de Tel Aviv, uno de los principales investigadores del nuevo estudio

. “¿Qué hace que el melanoma cambie de forma, volviéndose agresivo y violento? Bloqueado en la capa externa de la piel, la epidermis, el melanoma es muy tratable; aún es la Etapa 1, no ha penetrado en la dermis para propagarse a través de los vasos sanguíneos a otras partes del cuerpo. y simplemente se puede quitar sin más daño “.

Después de estudiar una gran cantidad de muestras de biopsias de melanoma, los investigadores encontraron que las células de grasa se acumulaban inesperadamente cerca de los sitios del tumor. Lo extraño era que estas células de grasa subcutáneas parecían moverse a una capa dérmica superior, desde su ubicación regular más profunda en la hipodermis.

“Nos preguntamos qué células gordas estaban haciendo allí y comenzamos a investigar”, dice Levy. “Colocamos las células de grasa en una placa de Petri cerca de las células de melanoma y seguimos las interacciones entre ellas”.

Se descubrió que estas células grasas secretaban proteínas de señalización llamadas citoquinas, que disminuían la expresión de un gen determinado que suprime la capacidad de un tumor para cambiar a un modo metastásico agresivo.

Desactivar la capacidad de metástasis de un melanoma sería innegablemente un avance revolucionario para los clínicos de cáncer, salvando la vida de miles de personas cada año. Todavía es pronto para esta investigación, pero Levy y su equipo están colaborando con entusiasmo con las compañías farmacéuticas para investigar los resultados clínicos futuros.

La nueva investigación fue publicada en la revista Science Signaling.

Fuente: Universidad de Tel Aviv