El Ministro de Salud Pública informó hoy que ascienden a 1,284 los infectados confirmados y a 57 los fallecidos. De ayer a hoy, son 175 personas más que han resultado positivo en las pruebas de COVID-19.
El mes de marzo concluyó con un total de 1,109 infectados y 51 fallecidos. Y desde que se confirmó el primer caso, un ciudadano italiano de 62 años que llegó al país el 22 de febrero sin presentar síntomas, la cifra ha ido en aumento sin todavía alcanzar el pico. La noticia de que aún no llegamos a doblar la curva fue confirmada ayer por el médico asesor del Poder Ejecutivo, el neumólogo Jorge Marte, quien dijo que “Hay muchas cosas impredecibles, lo único que nos atrevemos a decir en la comisión es que el pico no ha ocurrido todavía”.
Por supuesto, muchas personas actualmente se están realizando pruebas y por ende, el número de confirmados irá creciendo. Sin embargo, la lista de espera es de más de una semana para cualquier persona que agote el proceso para realizarse los análisis. Y mientras esto ocurra, muchos ciudadanos que no tengan síntomas y tengan el virus podrían estar contagiando a otros.
Muchas cosas podrían haberse hecho mejor, en especial desde que se confirmaron casos en países como Italia y España. Pero ya es tarde para hablar del pasado. Por el momento, el gobierno debe asegurar que el proceso de análisis sea más rápido y efectivo. Debe habilitar centros específicos en cada ciudad donde los ciudadanos puedan ir a realizarse las pruebas si estuvo en contacto con alguien que ha resultado positivo.
Si el gobierno continúa dilatando la instalación de estos centros y el proceso en sí, tomará meses llegar al pico y otros meses más eliminar totalmente el contagio. Y si ponemos en perspectiva, que los números han comenzado a crecer desde el 20 de marzo, podríamos estar viendo a las personas contagiadas una semana previa a esa fecha todavía. Además, la mayor parte de infectados pudo haberse contagiado ya con la emergencia nacional decretada y posterior toque de queda.
El gobierno debe aceptar toda la ayuda posible de organizaciones internacionales, ONG’s y partidos políticos. Es imperativo que se compren más pruebas y se reduzca el tiempo de espera.