Los reguladores han aprobado el primer monitor continuo de azúcar en sangre para los diabéticos que no necesita pruebas de pinchazo en el dedo.

Los modelos actuales requieren que los usuarios prueben una gota de sangre dos veces al día para calibrar o ajustar el monitor.

El dolor de los palillos de dedo y el costo de los suministros de prueba desalientan a muchas personas de mantener una estrecha vigilancia sobre su nivel de azúcar en la sangre, que es necesario para controlar el uso de insulina y ajustar lo que comen.

El nuevo sistema de monitoreo de glucosa Flash FreeStyle Libre de Abbott, aprobado el miércoles por la Food and Drug Administration, utiliza un pequeño sensor conectado a la parte superior del brazo. Los pacientes agitan un dispositivo lector sobre él para ver el nivel de azúcar en la sangre actual y los cambios en las últimas ocho horas.

La mayoría de los 30 millones de estadounidenses con diabetes usan medidores de glucosa estándar, que requieren múltiples pinchazos cada día y sólo muestran el nivel de azúcar actual. Los dispositivos de monitorización continua de glucosa más precisos son utilizados por cerca de 345,000 estadounidenses.

Pero la mayoría no hace las punciones de los dedos para calibrarlos y puede obtener lecturas inexactas, dijo el Dr. Timothy Bailey, quien ayudó a probar FreeStyle Libre.

“Somos capaces de bajar el nivel de azúcar en la sangre con seguridad” con esta tecnología, dijo Bailey, director del Instituto de Investigación e Investigación Metabólica Avanzada en California. Él recibe honorarios de consultoría de varios fabricantes de dispositivos de diabetes.

Los niveles demasiado altos de azúcar en la sangre pueden dañar los órganos y provocar ataques al corazón, derrames cerebrales, ceguera y amputaciones. El nivel muy bajo de azúcar en la sangre puede causar convulsiones, confusión y pérdida del conocimiento.

El dispositivo de Abbott fue aprobado para adultos con diabetes tipo 1 o tipo 2 y debería estar disponible en las farmacias dentro de meses. La compañía, con sede en Chicago, no reveló el precio del lector ni de los sensores.

El sistema de Abbott no puede utilizarse con una bomba de insulina, un dispositivo usado contra la piel que permite a los usuarios inyectar insulina según sea necesario, pero la compañía está planeando mejoras para permitirlo.

Rival Medtronic lanzó esta primavera un dispositivo en el que la bomba de insulina responde automáticamente a los cambios de azúcar en sangre registrados por el sensor y retiene o inyecta insulina según sea necesario.