Godzilla, la mayor nube de polvo sahariano de los últimos 50 años, ha robado el azul del cielo a los países caribeños. Aunque pudiera parecer un título de película de ficción, es la cruda realidad que están viendo millones de ojos acostumbrados a un sol radiante y un azul infinito. Su lugar lo ocupa una densa niebla que preocupa a las autoridades sanitarias, ya que en su interior hay ingentes cantidades de materia nociva para la salud humana y para los ecosistemas que atraviesa: incluyendo minerales peligrosos, como el mercurio, además de virus, hongos, bacterias y un largo y preocupante etcétera.
La nube oscurece el sol allá donde va y puede causar problemas respiratorios, por lo que las autoridades recomiendan el uso de las mascarillas:
“Bueno, lo que leí es que el Gobierno del Estado pide usar el cubreboca para evitar que inhalemos lo que le mencionaba, que trae bacterias y hongos”, decía un vecino de Cancún (México).
“La ciudad se ve muy abrumada, por la niebla o el polvo, es lo único que he visto”, añadía otra residente en la turística ciudad caribeña.
Antes de alcanzar México, Godzilla enturbió los atardeceres de La Habana y de gran parte de la isla de Cuba, cuyas autoridades sanitarias temen un aumento de las afecciones respiratorias a pesar de haber sorteado con bastante éxito la pandemia de la COVID-19. La nube se mantendrá en la región hasta mediados de la semana que viene, por lo que conviene estar alerta:
“Lo que más se recomienda es el uso del nasobuco. Y bueno, se sabe que a las personas que son asmáticas y tienen problemas respiratorios son los que más van a ser afectados”, explicaba un paseante en el Malecón de La Habana.
“Debemos de protegernos durante el tiempo que esté aquí. Esperemos que pase pronto”, añadía una mujer con su mascarilla puesta.
La nube ya ha recorrido casi 10.000 km y está previsto que alcance otras zonas al norte y al sur del continente americano antes de desvanecerse. Este tipo de fenómenos se producen con relativa frecuencia en el desierto del Sáhara durante la primavera y el verano, sin embargo, es raro que alcancen estas proporciones.