Dieciséis cadáveres en dos escenarios diferentes. En México, la pugna por el poder dentro del cártel de Sinaloa desató horas de tiroteos y dos matanzas en sendos poblados de la sierra de Tepuche, en el noroeste del país.

Tras un primer enfrentamiento, aparecieron en una camioneta siete cuerpos sin vida. Iban vestidos con ropas de tipo militar, chalecos antibalas y armamento de gran calibre. Horas después, se encontraron nueve cadáveres más en un poblado vecino, todos menos dos eran vecinos del lugar.

Las autoridades atribuyen ambas matanzas a la pugna interna dentro del cartel de Sinaloa, fundado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, preso en Estados Unidos. Los expertos dicen que grupos ligados a los hijos del Chapo, los “chapitos”, mantienen un pulso por el control del cártel con su actual líder, Ismael “El Mayo” Zambada.

Si la fractura se confirma, se teme que se agrave la violencia en México, pues el gran beneficiado de la implosión del cártel de Sinaloa sería su rival, el sanguinario cártel de Jalisco.

Aunque el país está semiparalizado debido a la pandemia de covid, los asesinatos no cesan. Marzo, con 3000 muertos fue el segundo mes más violento registrado. En mayo, aunque las cifras bajan, hubo más de 2400 homicidios, según el gobierno.