La covid de Donald Trump ha sacado a la luz el cóctel de tratamientos experimentales con los que se intenta frenar la infección del presidente de EE UU. Entre ellos hay varios compuestos de los que apenas se había oído hablar y cuya eficacia contra el virus es aún desconocida.
Sean Conley, el médico del presidente, ha informado de que tras descubrirse la infección de Trump le inyectó “por precaución” una dosis alta de anticuerpos monoclonales fabricados por la empresa Regeneron. Este fármaco experimental se está probando en cientos de infectados de covid y está compuesto por dos anticuerpos seleccionados por su alta capacidad de localizar y neutralizar al SARS-CoV-2. Uno de ellos se extrajo de un paciente anónimo que superó la enfermedad. El otro sale de un tipo de ratón que ha sido modificado genéticamente para generar anticuerpos contra el virus que pueden ser inyectados en personas sin que haya rechazo inmunitario.
Estos anticuerpos funcionan como una tropa de élite adiestrada para localizar y eliminar a una molécula muy específica del coronavirus: la llave que usa para unirse a las células humanas, abrirlas y secuestrar su maquinaria biológica para producir decenas de miles de copias de sí mismo. Esta molécula se conoce como dominio de unión al receptor (RBD) y es parte las espículas puntiagudas que le dan al virus su aspecto de maza medieval. Si un anticuerpo se une a ellas antes de que el virus entre en las células, bloqueará la infección.
Además de los anticuerpos —conocidos como REGN-COV2— el presidente está tomando famotidina, vitamina D, zinc, melatonina y aspirina, según su médico. Aún no está demostrado que ninguno de estos fármacos sea eficaz contra la covid, aunque hay indicios de que pueden serlo y que, sobre todo, parecen seguros, según los expertos consultados por este diario.
El presidente de EE UU reúne varios factores de riesgo ante la covid grave: es hombre, mayor —74 años— y tiene sobrepeso. En estos momentos está ingresado en el Hospital Militar Walter Reed de Maryland, cerca de la capital estadounidense, aunque sus síntomas no pasan de fiebre moderada, congestión y tos.