Matthias Kohler
Profesor de arquitectura y fabricación digital en la ETH de Zúrich
Uno de los símbolos más reconocibles de Zúrich es el Grossmunster o Gran Catedral. Un edificio emblemático que se alza -dicen- en el punto en el que el emperador Carlomagno descubrió las tumbas de Santa Régula, San Félix y San Exuperancio, los tres mártires patronos de la ciudad suiza. Edificio de gran relevancia en la historia religiosa de la ciudad, el Grossmunster comenzó a construirse en el 1100 y fue terminado en el 1210. A poco más de diez kilómetros de esta joya del románico, se está construyendo la DFAB HOUSE, una casa que con el tiempo también puede convertirse en una referencia. Tal vez en el futuro sus logros estéticos no aparezcan en las guías turísticas de la ciudad, pero sin duda su relevancia tecnológica merece ser tenida en cuenta. Porque esta propuesta de la universidad de Zúrich es la primera casa en la historia que ha sido diseñada, planeada y construida usando principalmente medios digitales que incluyen la impresora 3D más grande del mundo y varios brazos robóticos.
El máximo responsable del proyecto es el arquitecto Matthias Kohler, profesor de Fabricación Digital en la ETH de Zúrich, quien considera que este es un primer paso hacia una nueva forma de entender la arquitectura: “Nos estamos fijando en cómo evoluciona la construcción usando técnicas digitales y cómo eso se transfiere en el diseño de la arquitectura. Así que en lugar de pensar como diseñamos algo y después lo construimos, lo que hacemos es preguntarnos cómo podemos construir con las herramientas digitales que tenemos hoy y cómo trasladar esta nueva cultura de la construcción a una nueva cultura del diseño”.