Millones de dólares fueron transferidos desde Petróleos de Venezuela (PDVSA) a un pequeño banco ubicado a casi 10.000 kilómetros de distancia, en Bulgaria, indicaron funcionarios de ese país el 13 de febrero cuando divulgaron los resultados de una investigación por sospechas de lavado de dinero.
El gobierno búlgaro congeló las cuentas en el banco y también está revisando cuentas en otras instituciones, dijeron los funcionarios en una conferencia de prensa en Sofía, la capital del país. Sin embargo, las autoridades afirmaron que gran parte del dinero enviado desde Venezuela ya ha sido transferido a instituciones ubicadas fuera de Bulgaria.
El gobierno estadounidense alertó a las autoridades búlgaras sobre las transferencias provenientes de Petróleos de Venezuela, indicaron funcionarios estadounidenses y búlgaros. El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que intenta obligar al presidente Nicolás Maduro a dejar el poder en medio de una profunda crisis política, impuso sanciones económicas a la compañía.
Dimitar Georgiev, director de la Agencia Estatal de Seguridad Nacional, dijo sobre las cantidades involucradas: “No podemos ser precisos, pero son millones de euros”.
Los funcionarios rechazaron dar a conocer el nombre del banco, el cual describieron como pequeño, y también se negaron a decir cuántas personas estaban involucradas en las transferencias. Señalaron que, por parte de Bulgaria, era la cuenta del fideicomiso de un abogado, en la cual se crearon subcuentas a nombre de terceros.
Algunas de las transferencias de dinero desde el banco búlgaro enlistaban el propósito —como el patrocinio a una federación deportiva en Venezuela o hacer compras de alimentos— pero los funcionarios en Sofía afirman que eran ficticios. Mencionaron que las cuentas búlgaras fueron abiertas por una persona, a quien no nombraron, que posee la ciudadanía de Bulgaria y en otros países, pero que en ese momento no estaba en el país.
Ni la petrolera ni el gobierno en Caracas ofrecieron un comentario inmediato sobre los resultados de la investigación en Bulgaria. El anuncio ocurrió después de una reunión entre funcionarios búlgaros, incluido el primer ministro Boiko Borisov, y estadounidenses, entre ellos el embajador en Sofía, Eric Rubin.
“El tema de la discusión, entre otras cosas, fue la necesidad crítica de frenar la transferencia ilegal de fondos para apoyar a las autoridades ilegales en Venezuela”, dijo Rubin a los reporteros. “Nuestro gobierno trabaja de manera muy cercana con Bulgaria y otros miembros de la Unión Europea para asegurarse de que la riqueza del pueblo de Venezuela no sea robada”.
La noticia se divulgó durante un momento de tensa calma en Venezuela, mientras Maduro se mantiene en el poder a pesar de la presión internacional. Estados Unidos y decenas de otros países han reconocido al líder opositor, Juan Guaidó, como el presidente encargado.
Maduro logró la reelección el año pasado en una votación signada por las denuncias de fraude. El mes pasado, la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, declaró que la elección y Maduro son ilegítimos.
La economía venezolana, asediada por el desempleo, la hiperinflación y una grave escasez de varios productos, se ha contraído a la mitad desde 2013, y millones de personas han abandonado el país. La administración de Trump presionó más al gobierno de Maduro con sanciones impuestas el mes pasado a la petrolera venezolana, pero los efectos de esas medidas también afectan a los venezolanos de a pie.
Durante generaciones, la petrolera nacional fue un pilar de la economía venezolana, un país que figura como uno de los territorios con las mayores reservas de petróleo del mundo, y financió muchos de los programas de gastos durante los gobiernos de Maduro y su predecesor, Hugo Chávez.
No obstante, PDVSA ha sido muy afectada por la falta de inversión, el nepotismo, la mala administración, los actos de corrupción y la emigración de expertos. En los últimos cinco años, la producción de crudo del país se ha desplomado a la mitad, y también lo ha hecho el precio del petróleo lo cual ha sido un doble golpe para el gobierno y la economía nacional.
Las acusaciones de lavado de dinero y malversación de fondos han rodeado a PDVSA. Políticos de oposición señalan que hasta 30.000 millones de dólares han desaparecido de la compañía en los últimos años.