Una misión humanitaria de la ONU fue atacada cuando intentaba ingresar a la zona donde este jueves fueron asesinados seis civiles que participaban en una protesta contra la erradicación de cultivos ilícitos en Tumaco, Colombia.
La comitiva estaba acompañada por miembros de ONGs y periodistas que denunciaron haber sido agredidos con tiros al aire y granadas pese a haber gritado que eran civiles.
El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, dijo que “la información que tengo es que la misión humanitaria se encuentra sana y salva y que la Policía Nacional emitirá un comunicado aclarando la situación y particularmente pidiendo excusas por el comportamiento de policiales”.
La Policía de Colombia emitió un comunicado a través de su cuenta en Twitter en el que lamenta el hecho de este domingo en El Tandil, Tumaco.
“Un grupo indeterminado de personas intentó ingresar a la fuerza por la parte posterior de la base, circunstancia que conllevó a que los uniformados activaran dos granadas de aturdimiento, que no dejaron heridos”, precisaron.
Este incidente ocurre luego que la tensión en el departamento colombiano de Nariño se avivara por versiones opuestas sobre las muertes de los manifestantes: mediante un comunicado, las autoridades colombianas aseguraron que disidentes de las FARC “atacaron con fuego indiscriminado de fusiles y ametralladoras a los manifestantes y a las autoridades”.
Pese a la versión de las autoridades, los habitantes de la región y organizaciones sociales responsabilizan del ataque a la fuerza pública. Los hechos ocurrieron cuando el Ejército y la Policía acompañaban labores de erradicación de cultivos ilícitos en el caserío Puerto Rico.