ANAHEIM, California — En Main Street de Disneylandia, Emily Bertola pasa horas trabajando de pie, bordando nombres en orejas de ratón en el taller del Sombrerero Loco, donde ha sido empleada durante los últimos dos años. Generalmente, les sonríe con calidez a los visitantes, como le enseñaron a hacerlo en la capacitación.
Ninguno de los clientes sabe que durante meses durmió en la parte trasera de una camioneta ni que se duchaba en el parque de diversiones antes de comenzar su turno.
Su lucha no es algo inusual en Disneylandia.
El condado de Orange es conocido por su opulencia y su industria turística. Sin embargo, los miles de trabajadores que mantienen en funcionamiento sus centros vacacionales, restaurantes y hoteles a veces tienen problemas para sobrevivir.
Mientras California lidia con altos costos de vivienda, a los trabajadores que ganan poco más del salario mínimo les resulta difícil cubrir lo básico. Muchos empleados de Disneylandia se han mudado a lugares ubicados más al interior de esa zona costera y conducen durante horas todos los días para llegar al trabajo. Otros, como Bertola, han optado por hospedarse en casas de conocidos o dormir en sus autos durante meses.
Disneyland Resort —un complejo que alberga ese parque temático, California Adventure y hoteles cercanos— emplea a cerca de 30.000 personas. Es el empleador más grande del condado de Orange y uno de los más importantes del estado.
A pesar de su frustración por el salario, muchos trabajadores dijeron en entrevistas que prefieren quedarse en Disneylandia por el vínculo con sus recuerdos de la infancia o porque se niegan a perder las ventajas de obtener, de vez en cuando, entradas gratis a los parques para sus hijos.
Además, para muchos trabajadores que reciben sus sueldos por hora trabajada, hay pocas opciones de ganar más dinero en otra parte. Más de la mitad de todos los empleados en la industria de la diversión y la recreación, como se clasifica a los trabajadores de Disneylandia, ganan menos de 15 dólares la hora, según datos del censo. Cerca del 85 por ciento de los 17.000 empleados de Disneylandia que son parte de un sindicato gana menos de 15 dólares la hora, según los registros sindicales. El salario mínimo actual en California es de 10,50 dólares y llegará a 15 dólares en 2022.
Bertola, de 24 años, ha considerado buscar un trabajo en otro lugar, pero dijo que no cree poder ganar mucho más sin un título universitario. Solicitó un empleo para principiantes en Disneylandia cuando ya no pudo pagar la colegiatura en la universidad. En cuanto la contrataron, se fue de la casa de sus padres cerca de la costa central y se mudó a otra ciudad que está a varias horas al sur.
“Me mudé para seguir mi sueño de trabajar aquí”, dijo hace poco en una entrevista, antes de comenzar su turno. “Veníamos aquí en nuestros cumpleaños cuando éramos niños y nos la pasábamos tan bien. Quería ser parte de eso”.
De acuerdo con una encuesta realizada a miles de empleados de bajo salario en el parque, casi tres cuartos de los trabajadores que respondieron dijeron que no ganan dinero suficiente para pagar sus gastos mensuales básicos, y uno de cada diez dijo que había estado sin hogar en los últimos dos años.
La encuesta fue enviada a 17.000 empleados en el parque que son representados por sindicatos de trabajadores y cerca del 30 por ciento de ellos la completaron, tanto trabajadores de medio tiempo como de tiempo completo. Las respuestas conforman cerca del 17 por ciento de la fuerza laboral total del parque.
Una vocera de Disney dijo que la encuesta era “imprecisa y poco científica” y que la habían realizado “sindicatos de trabajadores con motivaciones políticas”.
“Los resultados fueron deliberadamente distorsionados y no reflejan la forma de pensar de la gran mayoría de nuestro personal de 30.000 trabajadores”, dijo la vocera Lisa Haines en una declaración. Y agregó que la mayoría de los empleados gana más del salario mínimo, con puestos de principiantes que van de los 11 a los 17,75 dólares la hora, y “la mayoría tiene ingresos adicionales por bonificaciones y horas extras”.
Occidental College y el grupo Economic Roundtable, que desde hace tiempo apoyan el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora, realizaron la encuesta y el análisis. Los costos de la investigación fueron aportados por una coalición de sindicatos de trabajadores que representan a gran parte del personal de bajo sueldo en el parque.
Después de trabajar en peluquerías durante varios años, Rebekah Pederson comenzó a trabajar en Disneylandia porque así podrían admitirla en el Sindicato de Estilistas y Maquillistas. Gana 11,68 dólares la hora, una cifra con la que “nadie puede subsistir en este lugar”, dijo.
Algunas noches, Pederson, de 27 años, va a la casa de su madre en Temecula, un trayecto en auto que usualmente tarda dos horas. Lo más común, dice, es que tome la autopista Pacific Coast, se estacione en un lugar apartado cerca de Malibú y cubra sus ventanas con ropa antes de dormirse ahí mismo en su auto. Cuando despierta va a un Starbucks cercano para cepillarse los dientes. Toma una ducha y se maquilla cuando llega al trabajo, donde se encarga de arreglar las pelucas de las princesas del parque.
Trabaja hasta sesenta horas a la semana durante la temporada alta, pero dijo que necesitaría cerca de 700 dólares a la semana para que le alcance el dinero en este lugar. Y generalmente gana de 350 a 500 dólares, explicó.
Los problemas económicos no se limitan a la vivienda: de acuerdo con el informe, el 15 por ciento de los empleados que respondieron la encuesta dijeron que han recibido cupones de alimentos o han visitado un banco de alimentos.
“Hago mi trabajo con una sonrisa en el rostro”, dijo. “La mayoría de la gente no sabe qué estoy haciendo. No es exactamente lo más mágico escuchar que ni siquiera me alcanza para cubrir mis gastos”.