El arquitecto Rodrigo García González, junto a un equipo especializado del laboratorio Skipping Rocks Lab, crearon una manera de consumir el agua de forma curiosa: esférica y comestible. El ingenioso producto está hecho de algas marinas y material biodegradable.
Hoy en día es habitual que la gente quiera cuidarse y opte por consumir aguas en vez de gaseosas o jugos. Bien sea por el beneficio para la salud o por hidratación, pero a pesar de que el agua favorece al ser humano sus envases contaminan el medio ambiente.
Pero eso ya no será un problema. Un estudiante de arquitectura, Rodrigo García González, junto a un equipo especializado del laboratorio Skipping Rocks Lab crearon una manera de consumir el agua de forma curiosa, esférica y comestible. Sí, se puede comer. Primero se bebe el líquido y luego se come. Ooho!, el ingenioso producto, es un envase hecho de algas marinas, naturales y biodegradables.