Los resultados reales de la gestión financiera del Estado, que según las autoridades ha estado orientada a disminuir las necesidades brutas de financiamiento del sector público con el objetivo de mantener una trayectoria sostenible de la deuda pública, establecen que la meta de pedir cada vez menos prestado ha estado lejos de cumplirse. Todo lo contrario: cada año es necesario asumir nuevos compromisos ante los mercados financieros.

El Ministerio de Hacienda, según consta en el Plan de Financiamiento Anual 2019, sostiene que el Gobierno dominicano implementa una estrategia de consolidación fiscal orientada a disminuir las necesidades brutas de financiamiento del sector. Los números de cierre de cada año indican todo lo contrario.

Entre 2015 y el cierre de 2018 la deuda del sector público no financiero (SPNF) pasó de US$24,153.7 millones a US$32,157.9 millones, lo que significa un aumento absoluto de US$8,004.2 millones en un período de tres años, equivalente a un 33.1%. En promedio, el incremento anual fue de US$2,668.1 millones.

De acuerdo con la Dirección General de Crédito Público, las necesidades de financiamiento han ido en aumento y el promedio anual se sitúa en US$3,371.2 millones, según datos comparados entre 2009 y 2019. En este período, el monto anual para amortización de la deuda ha sido de alrededor de US$1,465.4 millones. La relación de la deuda con el producto interno bruto (PIB) pasó de 38.9%, en 2017, a 39.7%, al 31 de diciembre del año pasado.

El año pasado

Según consta en el Presupuesto del Estado, la necesidad bruta de financiamiento en 2018 fue de US$4,259.1 millones, de cuyo monto US$1,264.3 millones (29.7%) se apartó para amortización. Para este año, el monto previsto es de US$4,443.8 millones (RD$231,880.0 millones), equivalente a 5.4% del PIB.