Un torpedo en la línea de flotación de la economía global… Los mercado han reaccionado con fuertes pérdidas ante la aceleración de la propagación del COVID-19 por distintos países del mundo. El índice Dow Jones retrocedió el lunes un 3,6%, un décima menos que el Nasdaq. Fue su mayor caída de los últimos dos años. Las bolsas europeas perdieron en torno al 4%, EL 6% la de la Milán.
“Creo que se pensaba que el brote se limitaría en gran medida a Asia. Pero cuando vemos los titulares con casos en Oriente Medio, Irán, Europa, Italia… los inversores se preocupan. Podríamos estar pasando de una fase de contención, lo que significa que el brote es más grave y más economías están siendo afectadas”, explica el analista Mark Hamrick, de Bankrate.
Aunque hay quien esperaba un efecto rebote este martes, los mercados asiáticos han abierto claramente a la baja. El índice Nikkei de Tokio ha llegado a perder el 4%. La bolsa de Shanghái, la principal de China, retrocedía un 3%.
El mercado del crudo también ha sentido la sacudida del terremoto del coronavirus. Los precios del barril de Brent cayeron cerca del 4% el lunes ante el temor a que se prolonguen los cierres temporales en muchas fábricas del gigante asiático.
