Al menos diez personas han muerto y otras 41 han resultado heridas en los atentados con explosivos contra tres iglesias ocurridos este domingo en la ciudad indonesia de Surabaya, según fuentes de la policía.
El portavoz de la policía de Java Oriental, Frans Barung Mengera, ha indicado a los periodistas desplegados sobre el terreno que las bombas han estallado durante la misa del domingo con poco tiempo de diferencia. Los blancos fueron una iglesia cristiana, una protestante y una pentescostal, entre los heridos se encuentran dos policías.
La primera de las explosiones tuvo lugar en la iglesia católica Santa María, donde murieron cuatro personas incluido el autor del ataque en la isla de Java, en el oeste de Indonesia. Imágenes de un vídeo compartido en las redes sociales muestran una motocicleta en la entrada de la iglesia de Santa María e instantes después ocurre una explosión en el interior del edificio.
A continuación hubo explosiones en la iglesia protestante de la calle Diponegoro, donde murieron dos personas, y después en la iglesia pentecostal de la calle Arjuno, donde hubo otras dos víctimas mortales. La novena víctima murió al llegar a un hospital deSurabaya, mientras que las autoridades no han precisado dónde murió la décima persona.
Además el equipo de desactivación de artefactos explosivos de la Policía Nacional neutralizó una bomba en el exterior de la iglesia en Diponegoro.
Las autoridades han indicado que uno de los autores podría ser una mujer. El portavoz policial ha declarado que prosigue la identificación de las víctimas mientras revisan el número de muertos, que podría aumentar, y se investiga la identidad de los autores de los ataques.
Indonesia, un país de mayoría musulmana donde el 88% de los más de 260 millones de habitantes practican el islam, establece la máxima alerta las semanas antes del ramadán, que comienza dentro de dos días, porque son fechas elegidas por los yihadistas para cometer atentados.
El país asiático ha sufrido varios atentados yihadistas, entre ellos el perpetrado en la turística isla de Bali en 2002, que causó 202 muertos.