La histórica emisión por parte de China de los contratos ‘futuros’ sobre petróleo denominados en yuanes esta semana ha provocado un acalorado debate entre los analistas acerca del porvenir del nuevo producto: unos creen en su éxito y otros pronostican un fracaso.
Así, los altos costos del almacenamiento de petróleo que respalda la divisa china en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái (INE, por sus siglas en inglés) pueden ahuyentar a potenciales inversores en nuevos contratos ‘futuros’, opinaban algunos analistas de la industria antes del lanzamiento del petroyuán.
“El almacenamiento juega un papel crucial en la vinculación de efectivo y mercados de ‘futuros’. Muchos especuladores, como los comerciantes propietarios y los fondos de cobertura, pueden ahuyentarse”, sostuvo Jian Yang, director de investigación del Centro de Productos de JP Morgan en la Universidad de Colorado en Denver, citado por Bloomberg.
Glorioso estreno
Sin embargo, el estreno de este lunes de los contratos ‘futuros’ impresionó a muchos: los volúmenes comerciales durante la noche hasta superaron inicialmente las transacciones del índice de referencia internacionalmente reconocido Brent.
Unos 62.500 contratos cambiaron de manos durante la primera sesión, ya que los inversores en petróleo nacionales e internacionales se unieron a la negociación, según informó Livetradingnews.
Este comienzo impresionante ha dado razones a varios analistas para hablar sobre el cambio de juego en el mundo del comercio financiero, debido a la aparición del petroyuán. “Este es el mayor cambio en los mercados de capital, quizás de todos los tiempos”, aseguró Hayden Briscoe, director de ingresos fijos para Asia y el Pacífico de la empresa de inversiones UBS Asset Management, citado por Reuters.
De acuerdo con el analista, la decisión de comercializar petróleo en yuanes disminuirá el papel del dólar en los mercados financieros mundiales. Si los participantes en el mercado, incluidas las corporaciones estadounidenses, optan por negociar contratos respaldados por yuanes, esto podría fortalecer fácilmente a la moneda china y, al mismo tiempo, debilitar al dólar.
“Esto ayuda a cimentar la viabilidad del intercambio y desafía el sistema petrodólar, en el cual las operaciones petroleras se ejecutan en dólares. Esto disminuiría la demanda del dólar estadounidense e impulsaría la inflación en EE.UU.”, concluyó Briscoe.