El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó este martes en Washington su último informe sobre ‘Perspectiva de la Economía Mundial’, en donde prevé una desaceleración de la economía global y un crecimiento menor al previsto para América Latina y el Caribe, tanto en el 2019 como en el 2020.
El organismo liderado por Christine Lagarde, recortó su previsión de crecimiento para la región latinoamericana al 1,4% en el 2019 y al 2,4% en el 2020; 0,6 y 0,1 puntos menos respectivamente que las estimaciones actualizadas de enero. En el 2018, la economía latinoamericana, según el Fondo, había crecido un 1%.
En su reporte, el FMI describe algunas situaciones que colaboraron con la contracción de las economías y que debilitaron su expansión —muchas aún vinculadas al 2018—, impactando en el primer semestre del año.
“La escalada de las tensiones comerciales entre EE.UU y China, las tensiones macroeconómicas en Argentina y Turquía, los trastornos en la industria automotriz en Alemania, el endurecimiento de las políticas de crédito en China y la agudización de la incertidumbre en torno a las políticas en muchas economías, han contribuido a un significativo debilitamiento de la expansión mundial”, explica el informe.
Proyecciones en América Latina
El FMI, a pesar de asegurar una desaceleración económica, mostró cierto optimismo con algunos países de la región. En parte por el “moderado” desempeño de Brasil y México, pero más que nada por la “estabilización financiera y la recuperación” que espera para Argentina —tercera economía de la región—, y el crecimiento por encima del promedio que pronosticó para Bolivia.
Aunque el organismo mejoró las perspectivas de Brasil para el 2020 —un 2,5%, frente al 2,2% calculado en enero—, este año ha rebajado cuatro décimas sus proyecciones, lo que lo sitúa hoy en un 2,1%, principalmente por su desequilibrio fiscal.
México redujo sus perspectivas de crecimiento en el 2019: de un 2,1% anticipado en enero al 1,6%. Para el 2020, el FMI pronostica la misma tendencia a la baja: del 2,2 al 1,9%.
En cuanto a Argentina, se espera que su economía se contraiga un 1,2% en el 2019, para expandirse al 2,2% en el 2020. Del mismo modo, el Fondo estipula que este año la inflación, uno de los principales problemas del país, suba al 43,7%, pero al año siguiente sería del 23,2%.
Para Venezuela, el organismo sentenció una contracción del 25% en el 2019 y otro 10% más en el 2020, por encima de lo esperado en anteriores proyecciones. La institución financiera ha calificado a la situación del país como en plena “crisis humanitaria” y su situación “de considerable lastre” para el resto de las economías en la región.
La proyección de crecimiento para Bolivia se encuentra por encima del promedio regional: de un 4% este año a un 3,9% en el 2020.