PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ.- Haití arrancó ayer la semana con una reanudación parcial de las actividades, después de las violentas protestas de los últimos días en reclamo de la dimisión del presidente Jovenel Moise, pero persiste un ambiente de tensión y la oposición advierte de más movilizaciones.
El Gobierno llamó el domingo a la población a incorporarse a las actividades tras más de una semana de paralización general, e instó a las instituciones a cargo de la seguridad pública y nacional, en particular a la Policía Nacional, proteger vidas y bienes “para acompañar este retorno a la vida normal”.
Si bien los bancos, las estaciones de combustible y muchos negocios volvieron a abrir sus puertas tras estar cerrados estos días a causa de los saqueos, que ocasionaron grandes pérdidas, las escuelas permanecieron cerradas debido a la incertidumbre y la tensión que vive el país y que ha dejado al menos nueve muertos y decenas de heridos.
En la capital, Puerto Príncipe, se observó un mayor número de actividades que durante el fin de semana, cuando hubo una especie de tregua que permitió a los haitianos salir a comprar agua y comida, como medida preventiva ante el anuncio de los convocantes de las protestas, agrupados en el Sector Democrático y Popular, de que continuará las movilizaciones pacíficas.
La población, además, mantiene la expectación sobre la ejecución de las medidas anunciadas por el gobierno para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción, en un intento por bajar la tensión política. Los sectores más radicales de oposición rechazan el diálogo con el jefe de Estado, Jovenel Moise.