Muere el hermano menor de Donald Trump y “mejor amigo” del presidente de Estados Unidos, según sus propias palabras.
Robert Trump, de 71 años, falleció este sábado en un hospital de Nueva York. “Le echaré mucho de menos, pero nos volveremos a encontrar. Su memoria perdurará para siempre en mi corazón”, dijo Trump en un comunicado difundido por la Casa Blanca en el que no se han dado detalles de la causa de su muerte.
El presidente se había desplazado este viernes a Nueva York para visitar a su hermano tras revelar que estaba ingresado y “pasándolo mal”. Fuentes cercanas a la familia aseguran que Robert había sufrido hemorragias cerebrales recientemente como consecuencia de una caída y su salud se había deteriorado en las últimas semanas.
Una relación de altibajos
El mandatario y su hermano menor tuvieron altibajos en su relación, pero en 2016 Robert dijo que apoyaba “al cien por cien” la candidatura de Donald a la presidencia de Estados Unidos, y le abrazó la noche de su victoria electoral.
En junio de este año, Robert Trump inició una acción legal para intentar detener la publicación del libro sobre el ahora presidente de EE.UU. escrito por su sobrina Mary Trump, hija de su hermano mayor, el fallecido Freddie.
Aunque no logró su objetivo, Robert demostró con esa batalla legal su lealtad al mandatario estadounidense, que valora esa cualidad por encima de todo entre sus allegados.
Mucho más callado que el presidente, Robert Trump intentaba mantenerse lejos de las miradas públicas y se ajustó a esa costumbre desde que su hermano llegó a la Casa Blanca.
Como benjamín de los cinco hermanos Trump, a Robert nunca se le preparó para tomar las riendas del imperio inmobiliario familiar, y quedó por tanto aislado de mucha de la presión y disciplina que su padre ejerció sobre sus dos hijos mayores, incluido Donald, de acuerdo con el Times.
Robert, que nunca tuvo hijos pero crió como si fuera suyo al descendiente de su primera mujer, Blaine Trump, empezó su carrera en Wall Street, pero acabó trabajando para su hermano como ejecutivo en la empresa familiar.
En su libro, Mary Trump describe así la dinámica entre los dos hermanos: “Donald había descubierto muy pronto lo fácil que era meterse bajo la pálida piel de Robert y empujarle más allá de sus límites, era un juego al que nunca se cansó de jugar”.
La relación entre ambos se debilitó en 1990, cuando Donald culpó a Robert de los problemas con la apertura de un casino en Atlantic City. El hermano menor se distanció de los negocios clave de la empresa durante años, y ambos no se reconciliaron hasta que el mayor decidió presentarse a la Casa Blanca, según el New York Times.