Estados Unidos ha superado la barrera simbólica de los 100.000 muertos por covid-19. A eso se suman un millón setecientos mil contagiados, al tiempo que el país avanza en la reapertura social y económica, pese a los llamamientos a la precaución de los expertos y un preocupante aumento de casos en algunos estados.

A su regreso de Florida, Donald Trump no quiso hacer comentarios. El número de fallecidos alcanza ya la cota más baja de las estimaciones de la Casa Blanca.

Entretanto, el gobernador de Nueva York, reclama ayuda federal. Andrew Cuomo ha expresado su frustración ante un Congreso enfrentado que, pese a los 100.000 muertos y los desastrosos efectos económicos provocados por la pandemia, se muestra incapaz de acordar un programa de estímulo económico.

“Nadie ha sido elegido para hacer política partidista -dijo Cuomo-. Hubo un tiempo en el que, como nación, fuimos los suficientemente inteligentes como para decir ¿quieres jugar a la política? Para eso está la campaña electoral”.

Estados Unidos sigue retomando el pulso económico. Por ejemplo, en la capital, Washington, este viernes peluquerías, terrazas y restaurantes volverán a abrir, pese a que los datos muestran un repunte de casos en 15 estados del país, entre ellos Florida, Virginia y Carolina del Norte.