Un teléfono móvil se vende casi tres veces más caro de lo que cuesta fabricarlo, atendiendo al coste de todos los componentes que integran estos dispositivos, desde la batería o la cámara hasta el sistema operativo que permite que funcionen las aplicaciones.
Por ejemplo, fabricar un solo Huawei P30 Pro cuesta cerca de 349,40 dólares (algo más de 318 euros), según datos facilitados a Efe por la consultora especializada en tecnología TechInsights, que también apunta que su precio medio en el mercado, a clientes finales, ronda los 915 dólares (más de 834 euros). Igualmente, fabricar el iPhone XR cuesta prácticamente lo mismo, tan solo tres dólares menos (346,19), mientras que su precio medio en el mercado es de 899 dólares, siempre según la citada consultora, que ha desmontado ambos modelos -los más promocionados en la actualidad por sendas firmas- y ha facilitado su cálculo sobre el precio desglosado de sus componentes.
En cualquier caso, los expertos consultados advierten de que el margen neto de beneficio de fabricar un móvil de alta gama podría no ser tan elevado, porque esos cálculos no incluyen ni la mano de obra ni otros costes indirectos.
Así, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) considera que el margen de beneficio medio que esas dos compañías obtienen por la fabricación de sus móviles de alta gama suele rondar el 40 %.
Unir todas estas piezas y hacer el ensamblaje final del aparato, así como probar los modelos, cuesta menos de 20 dólares en ambos casos
En su informe más reciente sobre propiedad intelectual, que se remite a datos de mercado de 2017, el margen de beneficio que obtuvieron por ejemplo Apple con el iPhone 7 y Huawei con el modelo P9 fue en ambos casos del 42%.
Por lo que se refiere estrictamente a los componentes, y según los cálculos de TechInsights, los materiales del móvil chino Huawei P30 Pro cuestan un 38,18% de su precio final y los del estadounidense iPhone XR un 38,50%.
Así, se trata de cifras prácticamente idénticas que revelan que, al menos en lo que se refiere a los componentes, fabricar un móvil de alta gama le cuesta prácticamente lo mismo a ambas compañías.
Lo más caro del Huawei P30 Pro son las cámaras y las piezas que habilitan la imagen, la apuesta diferencial de este modelo, dotado con un total de cuatro cámaras, tres traseras (de 40, 20 y 8 megapíxeles) y una frontal (de 32), que cuestan al fabricante chino una media de 75,88 dólares, según TechInsights.
Por su parte, las cámaras del iPhone XR cuestan en torno a la mitad, aunque solo lleva dos incorporadas, la trasera y la frontal. El componente más caro del móvil californiano es el procesador de aplicaciones, que tiene un coste de 50,42 dólares.
Otros de los componentes del Huawei P30 y sus precios son el procesador (55,49 dólares), la pantalla (22,58 dólares), la batería (13,46 dólares), la carcasa (16,36 dólares) o los sensores (5,28 dólares), entre otros.
Los precios de los mismos equivalentes en el caso del iPhone son en algunos casos muy similares: procesador, 50,42 dólares; pantalla, 33,35 dólares; batería, 9,20 dólares; carcasa, 13,32 dólares, y sensores, 1,95 dólares.
Unir todas estas piezas y hacer el ensamblaje final del aparato, así como probar los modelos, cuesta menos de 20 dólares en ambos casos, según TechInsights.
Sumando todos sus modelos de smartphones, solo en la primera mitad del año Huawei vendió en torno a 117,8 millones de móviles en todo el mundo, lo que supone que ha vendido más de siete aparatos por segundo, según datos de la consultora IDC.
La misma fuente revela que en ese mismo periodo entre enero y junio pasados Apple colocó en el mercado 70,2 millones de iPhone en el mercado global, es decir, más de cuatro unidades por segundo.