El presidente de EE UU, Donald Trump, ha asegurado este viernes que está “listo” para llevar el enfrentamiento comercial con China al máximo, aplicando aranceles a todos los bienes que llegan del otro lado del Pacífico. Pero al mismo tiempo admite que la fortaleza del dólar le complica ganar la batalla. El líder asegura que Pekín manipula su divisa para aliviar las restricciones, una acusación que extendió a la Unión Europea. Y en su frustración criticó también a la Reserva Federal, el banco central de EE UU, por crear una ventaja a su competidor subiendo los tipos de interés.

“Estoy listo para ir a 500”, afirmó el republicano en una entrevista emitida este viernes por la cadena financiera CNBC. Se refiere al déficit de 505.500 millones de dólares que el mandatario asegura que su país tiene en la balanza de bienes con China. “Se aprovechan de nosotros”, lamentó, “y eso no me gusta. Desde hace años no me gusta”. En la conversación señaló también que el valor del yuan, la moneda china, “cae como una roca”. Después, en Twitter, dijo que manipula su divisa.

La devaluación de una moneda permite a un país hacer sus exportaciones más competitivas en el mercado internacional. Es de sobra conocido que Donald Trump es un político atípico, por su estilo. Pero sus dos predecesores, Barack Obama y George Bush, se resistieron a nombrar oficialmente a China como país manipulador de divisa. La afirmación, además, es inusual porque el inquilino de la Casa Blanca suele tradicionalmente  tomar distancia al valorar la política de cambio.

“El dólar se refuerza y se refuerza cada día que pasa”, insiste, “llevándose nuestra ventaja competitiva”. Por tradición, además, el presidente defiende siempre un dólar fuerte. La queja de Trump hacia la apreciación vista desde marzo por el billete verde la extendió a la política de la Reserva Federal, otro terreno donde la Casa Blanca solía entrar para preservar la independencia de la institución. En esa misma entrevista, y de nuevo en el mensaje en Twitter, dice que la UE mantiene bajos los tipos de interés mientras EE UU los sube.

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

China, the European Union and others have been manipulating their currencies and interest rates lower, while the U.S. is raising rates while the dollars gets stronger and stronger with each passing day – taking away our big competitive edge. As usual, not a level playing field…

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

….The United States should not be penalized because we are doing so well. Tightening now hurts all that we have done. The U.S. should be allowed to recapture what was lost due to illegal currency manipulation and BAD Trade Deals. Debt coming due & we are raising rates – Really?

La Reserva empezó a encarecer el precio del dinero en diciembre de 2015. Desde entonces se encadenaron siete incrementos consecutivos de un cuarto de punto en los tipos de interés, que quedaron en junio en una banda entre el 1,75% y el 2%. La estrategia de Jerome Powell, su presidente, es seguir retirando de una manera gradual los estímulos monetarios activados en repuesta de la crisis financiera. Para este año se ven como posibles dos incrementos más.

“Daña todo lo que hemos hecho”, lamenta. La economía de EE UU, como presume Trump, avanza con solidez y su mercado laboral está en una situación de pleno empleo. “Nunca fue tan bién”, afirma. Eso obliga a la Fed a seguir pisando el freno de los estímulos subiendo los tipos para evitar un recalentamiento y reducir los riesgos inflacionistas. Los estímulos fiscales activados con la rebaja de impuestos, la desregulación y el alza del gasto público obligan también justifican la estrategia del banco central más poderoso del mundo.

Y como admite el presidente Trump, el litigio comercial también contribuye a dar aire caliente al dólar. EE UU activó a comienzos de mes un arancel del 25% a productos llegados de China por valor de 34.000 millones, a los que se podrían sumar en breve otros 16.000 millones. La Oficina de Comercio Exterior tiene, además, una lista adicional de bienes valorados en 200.000 millones para los que plantea un gravamen del 10% y que podría entrar en efecto en agosto.

Estancamiento

Los comentarios se producen en un momento en el que el diálogo entre las dos potencias está estancado desde hace varias semanas, en plena escalada del litigio. De nuevo Trump aseguró que tiene una buena relación con el líder chino, Xi Jinping. Pero Larry Kudlow, principal asesor económico del presidente, afirma que el presidente de China no tiene intención de poner fin a prácticas que califica de injustas. Por eso insiste en que no tienen otra opción que actuar.

Trump asegura que no hace esto por una cuestión política, “lo hago porque creo que es lo correcto para nuestro país”, añade. El presidente insiste en la entrevista que China está “haciendo una fortuna con EE UU”. También cita a otros socios comerciales con los que tiene un déficit, como Japón, México y a la Unión Europea. Los aliados están activando, por su parte, medidas de represalias dirigidas a donde más duele a los republicanos con vistas a las próximas legislativas.

“Podría haber tomado el camino fácil”, comentó en el intercambio con la CNBC, al tiempo que lamentó que sus predecesores no hubieran sido tan duros. “No estoy hablando solo de Barack Obama”, precisó, “nunca antes se quejaron”. “Los chinos nos han estado estafando durante demasiado tiempo”, concluyó Donald Trump, “quiero que les vaya bien pero la situación muy injusta”. Wall Street, entre tanto, guarda la calma y espera que el tambor retótico del presidente no vaya a más.