Los seísmos dan al traste con el proyecto emblemático de la energía geotérmica en Francia.
Una central geotérmica, construida al norte de Estrasburgo, nunca verá la luz. Una orden del prefecto de la región de Alsacia la condenó tras una serie de terremotos que han conmocionado a la población. El último, de magnitud 3,5 en la escala de Richter, fue el 4 de diciembre.
“Primero sentimos una gran explosión y luego temblores muy perceptibles que duraron varios segundos”, explica Martial Schillinger, concejal de La Wantzenau.
“Hubo un temblor y un ruido muy, muy fuerte, tengo un ventanal que da a una terraza que se puso a vibrar y, la verdad, pasé mucho miedo__” cuenta Georgette Muess, vecina de La Wantzenau.
En el sitio se perforaron dos pozos de cinco kilómetros de profundidad. La central geotérmica iba a abastecer a más de 20.000 hogares pero, según las autoridades, esta obra es precisamente la causa de los temblores.
“Resulta que es un terremoto producido por la actividad industrial, o sea por la actividad humana relacionada con este pozo de descarga de la perforación de la empresa Fonroche”, señala Michèle Kannengieser, alcaldesa de La Wantzenau.