El primer paso para recuperarse del shock es enterrar a los muertos. Tres días después de la fuerte explosión que destruyó parte de Beirut, comenzaron los primeros funerales de las víctimas.
Los equipos internacionales de búsqueda y rescate ya han comenzado a llegar al país para tratar de encontrar a los supervivientes bajo los escombros.
La explosión ha dejado más de 140 muertos, miles de heridos y decenas de miles de personas sin hogar.
En su visita a Beirut, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció la celebración de una conferencia internacional de recaudación de fondos para el Líbano en los próximos días. Pero también quiso subrayar que es hora de que se produzcan algunos cambios en el país.
“Hoy es el momento de la responsabilidad para el Líbano y sus líderes. Debemos reconstruir la confianza y la esperanza. No puede ser decretada, no puede ser recuperada de la noche a la mañana. Necesita la refundación de un nuevo orden político“, dijo Macron.
El alejamiento entre la gente y los políticos llevó a docenas de libaneses a enfrentarse con la policía durante la noche del jueves. Intentaban acercarse a los edificios del Gobierno cuando fueron dispersados con gas lacrimógeno.
Muchos libaneses culpan a los políticos por la explosión del martes, acusándolos de corrupción y mala gestión.
Al menos 16 funcionarios del puerto de Beirut ya han sido arrestados como parte de la investigación relacionada con las 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto.
El ex capitán del barco que llevó el producto a Beirut asegura que las autoridades conocen el problema desde hace años.
Boris Prokoshev revela que el barco salió de Batumi, Georgia, en 2013 con destino a Beira, en Mozambique, pero hizo una parada en Beirut. Y como el propietario del barco no pagó a las autoridades libanesas, no se le permitió continuar con el viaje.
“No les había pagado los derechos portuarios ni las multas. Incautaron el barco por eso. Sabían muy bien que había una carga peligrosa allí”, asegura Boris Prokoshev, ex-capitán del carguero MV Rhosus.
En medio del caos, una anciana se ha convertido en un símbolo de esperanza en Beirut.
Cuando entró en su casa y vio los restos, May Melki, de 79 años, se sentó al piano y empezó a tocar. Un momento filmado por su nuera, que se ha convertido en viral en las redes sociales.