Nicolás Maduro se dirigió este sábado a los Gobiernos de México, Uruguay y Bolivia para pedirles su apoyo en la exploración de un nuevo intento de diálogo con la Asamblea Nacional venezolana. El país lleva dos meses y medio sumido en un choque institucional sin precedentes y Juan Guaidó, presidente del Parlamento reconocido como mandatario interino por Washington, la Unión Europea y la mayoría de América Latina, no está dispuesto a ceder un paso en su desafío al régimen. Mientras tanto, el chavismo, que no ha perdido el control del aparato estatal, intenta desactivar la iniciativa del líder opositor. Lo ha hecho por la vía administrativa, retirándole, por ejemplo, la inmunidad parlamentaria, lo que le expone a su encarcelamiento en cualquier momento. Y lo hace con un llamamiento al diálogo en unos términos sin definir.