PARÍS. La OTAN comenzó a prepararse activamente para hacer frente a un futuro sin reglas después de la abolición del tratado INF para la eliminación de misiles de medio y corto alcance entre EU y Rusia.

Esos planes de contingencia fueron analizados en la conferencia de ministros de Defensa de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) que se realiza actualmente en Bruselas

“Por el momento, es prematuro sacar conclusiones. Hay diferentes opciones, un amplio abanico de posibilidades para que la OTAN decida cómo responder”, comentó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

La OTAN volvió a apelar a Rusia a cumplir con el INF después de las infracciones constatadas por Estados Unidos.

El presidente Trump anunció que abandonará el tratado dentro de seis meses si el Kremlin no da marcha atrás. Si Moscú no acepta cumplir con el tratado de forma verificable, la Alianza se prepara para “un mundo con más misiles rusos”, agregó.

Como la prioridad es “salvar el INF”, que desde 1987 mantenía a Europa libre de ese tipo de armamento, Stoltenberg espera reunirse con el canciller ruso, Serguei Lavrov, en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich.

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No es imposible que Lavrov aproveche ese coloquio para encontrarse también con el vicepresidente estadounidense Mike Pence y con el secretario de Estado, Mike Pompeo.

A pesar de que la OTAN teme una carrera armamentista en materia de misiles de corto y mediano alcance, Stoltenberg afirmó que la organización “no tiene intenciones de desplegar en Europa nuevos sistemas de lanzadores terrestres con capacidad nuclear.

“Simplemente tenemos que asegurarnos de poder seguir teniendo una disuasión y una defensa creíbles. Podemos cumplir ese objetivo utilizando diferentes herramientas”, insistió. Las opciones que contempla la Alianza serán “convencionales”, aseguró.