Los participantes en la cumbre del Grupo de Lima en Bogotá esta mañana -convocada para pactar la próxima fase del plan de cambio de régimen en Venezuela– realizaron constantes referencias en sus condenas al Gobierno de Nicolás Maduro a la icónica gandula (camión) que se incendió en la madrugada del domingo en la frontera de Colombia y Venezuela . El camión fue consumido por las llamas en el puente Santander de Cúcuta mientras los jóvenes guarimberos -los luchadores callejeros de la oposición- libraban una batalla campal contra los guardias antidisturbios venezolanos . En cuestión de minutos -lo que se tarda en escribir un tuit de Marco Rubio o de un eurodiputado del PP- se convirtió en el símbolo de la maldad sin límites del dictador venezolano
Lo cierto es que hay cuatro versiones de la que puede haber sido la causa del incendio. Dos darían a entender que fue un accidente. Otras dos, que fue el resultado de un plan diabólico, bien de Maduro, bien de la oposición y/o la CIA.
Causa 1: una bomba de gas lacrimógeno de las de los guardias venezolanos –que llevan algo de pólvora- alcanzó la materia combustible de las cajas de ayuda de la agencia estadounidense USAID.
Causa 2: un cóctel molotov de los muchos que lanzaban los guarimberos aprovechando la gasolina abundante de contrabando que pasa por las trochas desde Venezuela, provocó el incendio.
Causa 3. Un grupo de guardias abandonaron su línea de defensa a unos 300 metros de distancia, se acercaron al camión , rociaron gasolina y le prendieron fuego tal vez para frenar el avance de la ayuda y crear un símbolo de derrota.
Causa 4: Unos participantes en los disturbios, trabajando a sueldo de la oposición, echaron gasolina para quemar el camión con el fin, se supone, de dar materia retórica a todos esos discursos de indignación en Bogotá y tuits en Washington y Madrid. Así, una intervención militar podría contar con más apoyo, tal vez.