Según declaró el vicepresidente de la compañía rusa Transneft, Serguéi Andrónov, Rusia ha reducido las exportaciones de petróleo a Europa hasta en 51 millones de toneladas. Andrónov subrayó que esta medida tiene que ver con el aumento de los suministros de crudo a China, así como con el acuerdo de Rusia con la OPEC y el aumento de las capacidades de refinación de petróleo dentro del país.
El gigante ruso Rosneft ya alcanzó tres acuerdos con la compañía china CNPC y tiene previsto suministrar a China 31 millones de toneladas de petróleo para 2038.
De acuerdo con el analista del Centro de Energía de la Escuela del Comercio Skolkovo, Artiom Malov, citado por la agencia EurAsia Daily, “a mediano plazo, la demanda de petróleo en los países de la UE va a caer o continuará sin crecer, de modo que el mercado europeo no es tan prometedor como el chino”.
Al mismo tiempo, afirmó que la calidad del petróleo ruso ha caído en el último año, ya que el contenido de azufre aumentó en un 0,15% en promedio, algo que genera descontento entre los compradores europeos, los cuales han establecido disposiciones claras en cuanto a la calidad de crudo.
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Otra dificultad a la que se podrían enfrentar los productores rusos debido a la ‘reorientación’ de la industria hacia Oriente es el problema relacionado con las inversiones adicionales. Asimismo, el transporte de crudo por los oleoductos afecta la flota petrolera.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, la estrategia ‘asiática’ de Rusia ha llevado a que el precio del petróleo ruso Urals aumente considerablemente. Por su parte, EEUU sigue incrementando las exportaciones de crudo a Europa. Así, las exportaciones de petróleo estadounidense han aumentado hasta 2,5 millones de barriles diarios en los últimos cinco meses.
“Actualmente, el aumento de la producción de petróleo en EEUU es casi igual al aumento de la exportación y de la refinación. Por consiguiente, las exportaciones de crudo estadounidense son más importantes que nunca”, explicó en su cuenta de Twitter el analista Ali Oktay.
A su vez, la experta del Centro Energético de la Escuela del Comercio Skolkovo, Ekaterina Grushevenko, el petróleo con bajos niveles de azufre es preferido por muchas refinerías europeas, así que “es el mercado asiático el principal importador del crudo Urals”. La analista subrayó que el mayor problema de Rusia en estos momentos es el aumento del nivel de azufre de esta variedad de petróleo, “y es un factor más importante que el aumento de la competencia en el mercado”.
Por su parte, Ígor Yushkov, el analista principal del Fondo Nacional de Seguridad Energética, admitió que “no tenemos problemas de ‘marketing’, sino problemas del aumento de la producción”.
Mientras tanto, Rusia todavía no ha encontrado un equilibrio entre la oferta y la demanda, pese a las altas cotizaciones del crudo.