(Bloomberg) — Si alguien necesitaba más pruebas de los altos precios de las propiedades inmobiliarias en Hong Kong, la ha podido ver esta semana con la noticia de que una plaza de aparcamiento de automóvil se vendió por casi US$1 millón.
El espacio alcanzó 7,6 millones de dólares de Hong Kong (US$970.000), convirtiéndolo en el lugar más caro para aparcar un automóvil en la ciudad, y tal vez en cualquier parte del mundo. El vendedor era Johnny Cheung Shun-yee, un hombre de negocios con reputación de ganar jugosos beneficios con propiedades inmobiliarias. El empresario ganó alrededor de 900 millones de dólares de Hong Kong el año pasado en aproximadamente nueve meses, con la compra y venta de pisos en un edificio de oficinas.
La plaza de aparcamiento de automóvil está en el mismo edificio, The Center in Central, que también es la torre de oficinas más cara del mundo. Por el mismo precio del espacio de estacionamiento, puede comprarse un apartamento de un dormitorio en Manhattan.
“Muchos de esos propietarios en The Center están en finanzas o en otros negocios de alto crecimiento”, dijo Stanley Poon, director gerente de Centaline Commercial. “Para estos magnates, no es una compra significativa, si se compara con el valor de los pisos de oficinas que poseen”.
El asombroso precio es también otra ilustración de la desigualdad que existe en Hong Kong entre los individuos ultra ricos y el ciudadano medio. Esa desigualdad de ingresos ha alimentado violentas protestas que han sacudido la ciudad durante meses y no muestran señales de aplacarse.
El coeficiente de Gini de Hong Kong registró el nivel más alto de todas las economías desarrolladas en 2016, en un máximo de 45 años, y pese a todo el lujo y el glamour, uno de cada cinco residentes vive por debajo del umbral de pobreza.