El Banco Popular de China ha negado las acusaciones de manipulación monetaria por parte de Estados Unidos y ha advertido que la decisión de Washington a calificar a Pekín como “manipulador de divisas” perjudica las reglas internacionales y tendrá tremendas consecuencias para los mercados mundiales.
“Este estigma es completamente inconsistente con los criterios establecidos por el Departamento del Tesoro de EE.UU. para los países que manipulan la tasa de cambio“, reza el comunicado del Banco.
El organismo ha destacado que las acciones del Gobierno estadounidense “son un acto unilateral y proteccionista rebelde que viola seriamente los estándares internacionales”. “Esto tendrá un grave impacto en la economía global y el sector financiero”, señala el comunicado.
La caída del yuan
El Departamento del Tesoro de EE.UU. acusó este lunes a China de ser “un manipulador de divisa” después de que en el arranque de la jornada Pekín dejara caer su moneda hasta un valor de 7 yuanes por dólar, un desplome del 1,4 %, cifra récord en los valores registradores desde hace más de una década.
Asimismo, el Gobierno de Xi Jinping pidió a las empresas estatales que suspendan las importaciones de productos agrícolas estadounidenses. Esta interrupción amenaza con incrementar aún más las tensiones con Trump, que acusa al gigante asiático de administrar su moneda de manera injusta y de no cumplir las promesas de comprar más cultivos estadounidenses.
Por su parte, el Banco Popular de China vinculó el debilitamiento de su moneda con las consecuencias de este conflicto, aclaró que no va a cambiar su política de divisas y puntualizó que las fluctuaciones en el valor del yuan son normales. Expertos consideran que Pekín mantendrá la depreciación bajo control debido a las preocupaciones sobre posibles salidas de capital.