Una unidad de la petrolera venezolana PDVSA declaró el martes una emergencia marítima luego de que la naviera alemana Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM) reveló planes para devolver 10 tanqueros debido a la falta de pago de la estatal, según un documento de la firma venezolana y fuentes.
BSM, operador de una parte de la flota de petroleros de PDVSA, confirmó el mes pasado que sus tripulaciones abandonarían los tanqueros Río Arauca y Parnaso, que están retenidos en Portugal por tarifas impagas por parte de PDVSA a un astillero y una autoridad portuaria.
Un tercer buque también operado por BSM, el Icaro, fue incautado en Curazao por un grupo de empresas navieras que reclamaban facturas impagas.
PDV Marina, la firma naviera encargada del transporte marítimo y fluvial de hidrocarburos de la firma, ha sufrido en los últimos meses una ola de despidos y renuncias ante el descalabro del régimen de Nicolás Maduro, acentuado por las sanciones de EEUU a la petrolera.
Según documentos internos, la empresa tiene un déficit de 160 empleados para las tareas del retorno de los 10 buques, incluyendo capitanes, maquinistas y operarios. La decisión unilateral de BSM puso a PDVSA en una “situación crítica”, admite el archivo consultado por Reuters.
Fuentes de la firma señalaron que la deuda de PDV Marina a BSM asciende a al menos USD 15 millones.
Las naves de la empresa son habituales objetivos de los acreedores de las firma, que buscan incautarlos a través de la justicia de los puertos extranjeros en donde anclan.
Si los tanqueros dejan de estar operativos, significaría un nuevo golpe para la capacidad de la empresa, principal fuente de ingresos de la economía venezolana y que ya se ha visto fuertemente afectada por las sanciones internacionales y la baja producción de crudo.
(Con información de Reuters/Marianna Parraga)