El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha declarado tres días de luto nacional después del terremoto más fuerte que afectó al país en un siglo, dejando al menos 65 muertos y destruyendo miles de edificios.

Una importante operación de rescate está en marcha en torno al epicentro del terremoto en los estados sureños de Chiapas, Tabasco y Oaxaca, donde muchos se temen atrapados bajo los escombros.

Más de 600 réplicas han sido registradas desde el terremoto que sacudió la costa del Pacífico sur de México justo antes de la medianoche del jueves hora local. Las autoridades mexicanas han mejorado el terremoto a 8,2 en magnitud. El número de muertos se incrementó el sábado, ya que más víctimas fueron registradas en los estados más pobres del sur afectados por el desastre, dijeron las autoridades.

Luis Felipe Puente, jefe de los servicios nacionales de emergencia de México, dijo que se encontraron tres cuerpos más en Chiapas y otro en Juchitán, la ciudad costera de Oaxaca que sufrió la mayor pérdida de vidas. Un tercio de los hogares de Juchitán se derrumbó o resultó gravemente dañado.