EFE, Reuters y AFP
PUERTO PRÍNCIPE. El asesinato del presidente Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, fue planificado por los supuestos autores en una reunión en un hotel de Santo Domingo, afirma la Policía de Haití.
El director general de la Policía, Léon Charles, presentó a la prensa una fotografía de la reunión en la que los supuestos cerebros del magnicidio y los responsables financieros del presunto entramado internacional planificaron la operación.
También mostró la red de contactos entre los presuntos implicados y detalló la supuesta red que cuenta con ramificaciones en Estados Unidos y Colombia.
El principal responsable de la trama sería el doctor Christian Emmanuel Sanon, médico residente en EU, completamente desconocido en la política haitiana y que, según la versión de las autoridades, aspiraba a asesinar a Moise para reemplazarlo en la jefatura del Estado.
“Todos los elementos que planificaron, ejecutaron el asesinato se reunieron en el hotel de Santo Domingo”, dijo Charles.
De acuerdo con la policía, en la reunión participaron además de Sanon, otras cinco personas, como el venezolano Antonio Emmanuel Intriago Valera, director de la empresa CTU Security, sospechosa de contratar a los mercenarios colombianos que habrían perpetrado el ataque.
Al respecto, el Pentágono reconoció que entrenó en el pasado a un “número pequeño” de los colombianos arrestados.
Un portavoz del Pentágono dijo que han concluyeron eso tras revisar las “bases de datos” sobre sus operaciones de formación, pero no precisó cuántos de los colombianos arrestados recibieron entrenamiento ni en qué consistió el mismo.
En Colombia, el presidente Iván Duque reveló que muchos de los exsoldados colombianos fueron a Haití a trabajar como guardaespaldas, pero otros sabían que se estaba planeando el crimen.
La revista colombiana Semana reportó que uno de los colombianos detenidos confesó a las autoridades haitianas que siete de sus compatriotas participaron en el asesinato de Moise.
En tanto, los arrestos siguen y la policía detuvo ayer el jefe de seguridad de Moïse, Dimitri Hérard, y a otros tres oficiales.
La aparente facilidad con la que los atacantes lograron asesinar al jefe de Estado haitiano de 53 años en plena noche, mientras sus guardaespaldas resultaron ilesos, también sigue despertando sospechas sobre un plan interno. Moïse fue alcanzado por una docena de balas, con aparente pasividad -o falta de reacción- de los agentes encargados de velar por su seguridad.