Aunque el viernes las mujeres saudíes consiguieran un hito al acudir por primera vez a ver un partido de futbol entre equipos nacionales, la igualdad entre sexos en Arabia Saudí sigue sin existir. El público femenino se sentó en unos asientos reservados para ellas, que están situados en lo más alto de la grada del estadio y lejos de los hombres que no pertenecen a la familia. Si bien fue un histórico evento que llegó en un momento en el que el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán está impulsando algunas pequeñas mejoras para ellas, el reino ultraconservador continúa limitando sus libertades.
“Mi padre solía decirme que llegaría el día en el que gritaría desde las gradas”, recuerda a Efe Afnan, de 28 años y una de las espectadoras del partido entre los clubes locales Al Ahli y Al Batin, celebrado anoche en la ciudad de Yeda, en el oeste del país.
“Y ese día ya ha llegado. El augurio de mi padre se ha cumplido”, cuenta con emoción la saudí, quien fue al estadio acompañada de su progenitor.
Aunque en las gradas llamadas “secciones familiares” Afnan pudo sentarse junto a su padre, muchas mujeres no pudieron disfrutar del juego con los varones, pues esta nueva medida obliga a que las féminas se sienten en esas gradas especiales, separadas por barreras de la multitud masculina.
Pese a estas restricciones, Afnan y unas 1.200 mujeres más clamaron con abayas de colores, olvidando el riguroso negro que ha prevalecido en la sociedad saudí, desde el estadio Al Yawara Radio cada nombre del jugador de los dos clubes, en especial del Al Ahli, que batió 5-0 a Al Batin en el partido de la Supercopa saudí.
“Durante años me he sentido dolida cada vez que había un partido y mi padre asistía con mis hermanos al estadio, y yo solo podía ver el partido desde la televisión”, evoca la joven, fan del Al Ahli y quien se queja que cuando su club ganó la liga en 2016, no pudo celebrarlo con sus familiares varones.
Ahora, ha plasmado ese momento con numerosas fotos frente al estadio y como recuerdo ha ido junto a más mujeres a la tienda de “souvenirs” del Ahli en el lugar del partido.
Afnan, una de las espectadorasDurante años me he sentido dolida cada vez que había un partido y mi padre asistía con mis hermanos al estadio”
El reino ultraconservador rija una estricta separación pública entre hombres y mujeres, así como unas reglas opresoras para ellas, dictadas en base a las tradiciones y una versión extremista de la religión. Las mujeres carecen de los mismos derechos que el sexo opuesto: siguen sujetas a un sistema de tutoría del hombre y deben cubrirse el cuerpo con la abaya, una túnica negra y larga hasta los pies, que se coloca sobre la vestimenta de la mujer, por nombrar algunas normas patriarcales extremas.
Dicho esto, Arabia Saudí está empezando a cambiar y aplicar pequeñas mejoras para ellas. Todos estos esfuerzos han sido promovidos, sobre todo, desde el nombramiento el año pasado de Mohamed bin Salmán, de 32 años, príncipe heredero a la corona saudí, quien ha influido en tomar una de las medidas más importantes para las mujeres y que se aplicará a partir de junio de este año: el levantamiento de la prohibición de conducir. En consecuencia, esta semana abrió el primer salón del automóvil solo para mujeres.