En Venezuela, una vez más, se abre el debate sobre la ayuda humanitaria que es enviada desde el exterior y administrada por la oposición política del país suramericano, encabezada por el exdiputado Juan Guaidó, quien no ha rendido cuentas el destino de los fondos.
La discusión se caldeó después de que medios de comunicación venezolanos publicaran partes de un informe de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), en el que la institución estadounidense reveló que desconocía el paradero de los fondos entregados.
El informe, titulado “Procesos mejorados y requerimientos del implementador necesarios para los desafíos y riesgos de fraude en la respuesta de USAID con respecto a Venezuela”, fue publicado en abril pasado; sin embargo, los medios locales venezolanos apenas han publicado al respecto en los últimos días.
De acuerdo con la USAID, su financiamiento ascendió a 507 millones de dólares para los años fiscales 2017-2019, de los cuales 260 millones de dólares fueron para “asistencia humanitaria” y 247 millones para “asistencia al desarrollo”.
Migrantes venezolanos cruzan el río Grande a EE.UU. desde México, 26 de mayo de 2021
Go Nakamura / Reuters
Estos fondos fueron destinados a la oposición venezolana para que fuesen invertidos en su país y también para otras naciones, como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago, que a juicio de la institución estadounidense, dan “respuesta a la crisis regional de Venezuela”.
Ayuda en Colombia y enviada a Somalia
La asistencia humanitaria fue administrada por la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero de EE.UU. (OFDA, por sus siglas en inglés), la Oficina de Alimentos para la Paz (FFP) y la Oficina para América Latina y el Caribe (Oficina LAC) de la USAID.
En el informe, la USAID hace referencia a un caso puntual y señala que la OFDA y FFP gastaron aproximadamente 2 millones de dólares para comprar y transportar 368 toneladas métricas de productos humanitarios a la frontera entre Colombia y Venezuela y Curazao, desde febrero de 2019 hasta abril de 2019.
Pero, señala, “para agosto de 2019, solo se entregaron 8 toneladas métricas de productos a Venezuela, y las 360 toneladas métricas restantes se distribuyeron dentro de Colombia o se enviaron a Somalia”.
Es decir, apenas un 2 % de la ayuda humanitaria llegó a manos de los necesitados, mientras que el 98 % restante tuvo usos distintos a sus propósitos originales.
Descargan camión incendiado en la frontera entre Colombia y Venezuela, 23 de febrero de 2019
Marco Bello / Reuters
Según la agencia estadounidense, también se firmó “un acuerdo de subvención en especie” con Guaidó en febrero de 2019 para proporcionar 334.000 dólares en artículos humanitarios para el transporte desde Cúcuta, Colombia, hasta Venezuela.
El intento de pasar esta presunta ayuda humanitaria ocurrió el 23 de febrero de 2019, pero un día antes, el Gobierno venezolano ordenó el cierre de la frontera, debido a amenazas y ante lo que el presidente Nicolás Maduro catalogó como un “show barato”.
Ese día, uno de los camiones fue quemado y la oposición venezolana se lo atribuyó a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); sin embargo, luego se descubrió que se trató de un falso positivo, puesto que el incendio fue provocado por los mismos opositores. De acuerdo con la USAID, entonces hubo pérdidas por 34.000 dólares en productos.
Asimismo, la USAID reprochó que “no todos estos productos humanitarios se colocaron previamente sobre la base de evaluaciones de necesidades”. Por ejemplo, añade, se incluyeron alimentos complementarios listos para usar que la OFDA y la FFP “ya habían determinado que eran innecesarios, porque el estado nutricional de los niños venezolanos no justificaba su uso en ese momento”.
Explosión en las redes
Luego de la publicación de parte del informe por parte de medios venezolanos, algunas personas recurrieron a las redes para exigir explicaciones a Guaidó sobre el destino de la ayuda humanitaria.
El diputado opositor Luis Eduardo, primer vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Paz y Reconciliación Nacional, dijo este miércoles, en entrevista con Unión Radio, que la auditoría de la USAID es un proceso rutinario que se ha aplicado en diversas naciones.
“Lo que no es rutinario es el resultado que arroja, apenas un mínimo porcentaje llegó a manos de los supuestos beneficiarios, falta de mecanismos de control por haber sido dirigidos a organizaciones fantasmas e incluso haber terminado en un país tan alejado como Somalia”, manifestó.
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Este no es el primer escándalo en torno a recursos manejados por Guaidó y otros dirigentes opositores venezolanos.
A mediados de junio de 2019 se conoció el denominado caso ‘cucutazo’, que hacía referencia a que representantes de Guaidó se apropiaron de fondos para la ayuda humanitaria, proveniente de EE.UU., Canadá, Alemania, Suecia, Argentina, Chile, Colombia, Puerto Rico y la Comisión Europea, así como los fondos recaudados durante un concierto realizado en Cúcuta.
El autodenominado “gobierno interino”, liderado por Guaidó, además de la ayuda humanitaria, maneja fondos de las empresas públicas venezolanas en el exterior, entre ellas, CITGO Petroleum Corporation y Monómeros Colombo Venezolanos, pero hasta ahora no ha presentado cuenta sobre el uso de esos recursos a nadie.