Un grupo de exingenieros de la compañía ha expresado su preocupación por la seguridad del sistema de autoconducción de los vehículos Tesla, al tiempo que aseguran que Elon Musk no ha sido totalmente sincero al referirse a los posibles riesgos vinculados a esta tecnología, que han revisado con lupa.
Según el testimonio de 19 especialistas que formaron parte del proyecto durante los últimos años, no es correcto basar todo el funcionamiento de la autoconducción en cámaras, sin sumar otros dispositivos de detección de objetos, publica The New York Times.
Los expertos, que se expresaron en condición de anonimato, creen que Musk engañó a los consumidores respecto a las cualidades del sistema de conducción autónoma, lo que se ve reflejado en los repetidos accidentes protagonizados por estos vehículos, que se encuentran bajo investigación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras.
“Lo que me preocupa es el lenguaje que se utiliza para describir las capacidades del vehículo. Puede ser muy peligroso”, expresó Jennifer Homendy, presidenta de la de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
Sin embargo y pese a las demandas de los clientes, desde Tesla reiteran que la responsabilidad recae en los conductores, ya que deben estar alertas y tomar el control del vehículo en caso de que falle el sistema.
Una de las críticas que se le hace a la compañía es la constante modificación del sistema de conducción autónoma y de la denominada conducción autónoma completa (F.S.D. por su sigla en inglés) mediante actualizaciones de ‘software’. Según dijeron, esto puede volverse peligroso, ya que los conductores nunca terminar de conocer qué es lo que puede hacer el sistema y qué no.
En este sentido, semanas atrás fueron retirados casi 12.000 vehículos que integraban la versión beta del F.S.D., luego de que la compañía comprobara que una actualización del ‘software’ podría causar choques debido a la activación inesperada del sistema de frenado de emergencia.
¿Rodar con radar?
Otro punto criticado es la negativa a sumar radares y otros sensores a las cámaras instaladas en los vehículos, lo que mejoraría el funcionamiento ante condiciones de lluvia fuerte o nieve. En ese sentido, Musk afirmó ante miembros de su equipo de autoconducción que los humanos pueden manejar solo con dos ojos, lo que significa que los autos no necesitan otra cosa que cámaras. Además, cuestionó si lo que podían aportar los radares era suficiente como para afrontar ese gasto.
Sobre este punto, extrabajadores de Tesla comentaron, que aunque el equipo de la empresa avanzó en la posibilidad de instalar cámaras, algunos ingenieros respaldaron la postura de Musk, al afirmar que el radar no siempre era preciso y que era difícil conciliar los datos del radar con la información de las cámaras.
“¡Las cámaras no son ojos! ¡Los píxeles no son ganglios retinianos! ¡La computadora F.S.D. no se parece en nada a la corteza visual!”, expresó Scuyler Culler, quien supervisó un equipo que exploró las posibilidades de conducción autónoma en Samsung, y criticó la postura de Musk sobre las cámaras. Mientras, Amnon Shashua, jefe ejecutivo de Mobileye, un antiguo proveedor de Tesla, asegura que “la verdad no es necesariamente el objetivo final” de la compañía de Musk. “Su objetivo final es construir un negocio”, concluye.