La enorme crisis institucional que atraviesa Italia ha provocado una estampida en los mercados. La prima de riesgo es el diferencial entre el precio que pagan los inversores por los bonos a diez años de un país y los de Alemania, considerados los más seguros. Durante los años más duros de la crisis fue considerado el termómetro para medir la salud de las economías y la confianza de los inversores. Y según ese parámetro, los inversores están asustados ante el clima de inestabilidad en Italia y también en España, donde la prima de riesgo española ha escalado hasta los 143 puntos. Son 25 enteros solo este martes.
La Bolsas se han contagiado en una jornada de infarto. En el caso del Ibex 35 español, se deja cerca del 3% dos horas después de la apertura. Los bancos encadenan las pérdidas: Santander baja el 6,7%; Sabadell, más del 6%; Bankia el 4,6%; y el BBVA y CaixaBank se acercan al 4%. Todos los valores están en rojo y 25 de las 34 empresas que conforman ahora el Ibex pierden más del 2%.
En todo caso, para encontrar la Bolsa que más cae es, de nuevo, hay que mirar a Italia. El selectivo de Milán se deja más del 3%. Contagia a todas las grandes plazas: el conglomerado europeo Eurostoxx 50 baja el 1,92%; Fráncfort, el 1,7%; París, el 1,75% y Lisboa cerca del 2,6%. Londres baja cerca del 1,3% dos horas después de iniciarse la sesión.
La tensión política en España no ayuda. El jueves y el viernes el Congreso debate la moción de censura contra el presidente Mariano Rajoy que ha presentado el PSOE. Pero Italia es claramente el mayor foco que contagia a todo el Sur de Europa: su prima de riesgo supera ya los 300 puntos, tras dispararse solo hoy casi 65 puntos. Los bonos se encarecen también en Portugal, Grecia y Francia.
El gran foco: Italia
Sin embargo, es Italia la que se encuentra ya en pleno centro de la tormenta. De nada ha servido que el presidente de la República, Sergio Mattarella, intentase ayer calmar los ánimos encargando a Carlo Cottarelli, un tecnócrata experto en recorte de gasto público que ha trabajado en el FMI, la formación de Gobierno. Pero su Ejecutivo nace muerto porque no tiene los apoyos necesarios en el Parlamento y solo servirá para llevar al país hasta unas elecciones después de verano. Nadie se fía ya de nadie.
Cottarelli, que lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la Unión Europea y a los inversores, debería presentar su lista de ministros hoy a Mattarella. Se espera un Ejecutivo técnico basado en el control de las cuentas que permita llevar al país hasta unas elecciones en una situación de tranquilidad. Pero, de momento, la situación es altamente inflamable y la estampida ha provocado la caída de la Bolsa en Italia, también con los bancos a la cabeza. La cotización de varias entidades ha sido suspendida por exceso de bajada y después han sido readmitidos, como Ubi Banca, que pierde el 5,7%, Banca Generali, el 3,72%, o Banca Intesa San Paolo, que caía un 5,62%. Momentáneamente está suspendido Unicredit, que pierde el 4,59%.
Mensajes de confianza en plena guerra política
El Gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, ha comparecido esta mañana para dar cuenta del balance anual de la institución. En medio de la crisis, también ha querido serenar los ánimos asegurando que “la confianza en la fuerza del país, más allá de las mezquinas y desequilibradas valoraciones, es grande: sobre el plano económico y sobre el civil”. Pero Visco advirtió de la situación de riesgo que atraviesa el país y de los posibles riegos. Además, lanzó varias pullas a los comentarios de Paolo Savona, el hombre propuesto como ministro de Economía por Liga y Movimiento 5 Estrellas y al programa económico de ambas formaciones (bajada de impuestos radical, bajada de la edad de jubilación, renta de ciudadanía…). El gobernador defendió la llegada de inmigrantes legales para pagar las pensiones, reafirmó la necesaria pertenencia de Italia a la moneda única y vinculó “el destino de Italia al de Europa”.
La guerra abierta en Italia ha creado ya dos frentes clarísimos que chocan a diario en todas las cuestiones políticas y económicas. Sergio Mattarella está siendo víctima de un acoso y derribo de los partidos que ganaron las elecciones y han sido incapaces de formar un Gobierno para llevar adelante el acuerdo firmado. Sin embargo, el presidente de la República ha sido señalado como el culpable de que el Ejecutivo no echase a andar por su veto al ministro euroescéptico, Paolo Savona, que las formaciones antiestablishment se negaron a remplazar. Este fin de semana, el M5S y La Liga han convocado a sus militantes a manifestarse en las calles por lo que consideran un golpe de estado del establishment.