Un nuevo estudio convincente, publicado en la revista Ophthalmology Retina, informó que se pueden identificar diferencias estadísticamente significativas en las retinas de pacientes con enfermedad de Alzheimer.

El hallazgo allana el camino para un futuro en el que la enfermedad podría diagnosticarse mediante una simple exploración ocular antes de que aparezcan los principales síntomas.

La investigación de la Universidad de Duke se centra en una tecnología de imágenes no invasiva llamada angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA), que permite a los médicos examinar rápidamente el flujo sanguíneo en pequeños capilares en la parte posterior de la retina.

“Estamos midiendo los vasos sanguíneos que no se pueden ver durante un examen ocular regular y lo estamos haciendo con una tecnología no invasiva relativamente nueva que toma imágenes de alta resolución de vasos sanguíneos muy pequeños dentro de la retina en solo unos minutos”.

Dice el autor principal sobre el estudio, Sharon Fekrat. “Es posible que estos cambios en la densidad de los vasos sanguíneos en la retina puedan reflejar lo que está sucediendo en los diminutos vasos sanguíneos en el cerebro, quizás antes de que podamos detectar cualquier cambio en la cognición”.

Más de 200 sujetos fueron examinados en el estudio, todos ellos con imágenes integrales utilizando las nuevas máquinas OCTA. Junto con 133 sujetos sanos de control, hubo 39 sujetos con enfermedad de Alzheimer y 37 con deterioro cognitivo leve (MCI).

Uno de los objetivos clave del estudio fue identificar cualquier degeneración de la retina que pudiera estar directamente relacionada con la enfermedad de Alzheimer, aparte de un deterioro cognitivo leve más general relacionado con la edad.