El centenario de la Revolución Rusa, que en rigor se cumple el próximo 7 de noviembre (en aquel momento, fecha del 25 de octubre de 1917, al regir allí entonces el calendario juliano) ha dado lugar a una explosión editorial de nuevos ensayos y relecturas históricas de aquellos sucesos; de sus causas y antecedentes, y de las amplias consecuencias que tuvieron a lo largo del siglo XX. Son decenas de nuevos libros, más no pocas reediciones de otros ya clásicos al respecto, en los que predominan determinados enfoques y planteamientos.

La crueldad de Lenin

“La historia me absolverá”, dijo Fidel Castro al término de su alegato final en el juicio por el asalto al cuartel de Moncada en 1953. Si en su caso tal veredicto es más que dudoso, en el de su antecesor en tanto que principal líder de la Revolución Rusa, Vladímir Ilich Uliánov, Lenin, la sentencia de la mayoría de estudiosos es rotundamente condenatoria.

Escultura de Lenin en Moscú

Escultura de Lenin en Moscú (Mladen Antonov / AFP)

“Sin apropiarse del poder de una forma tan monolítica como Stalin y sin su carga de ingeniería social, Lenin fue un gobernante cruel e inmisericorde que hizo uso sin reserva de la violencia”, afirma José María Faraldo, autor de La Revolución rusa: Historia y memoria (Alianza). “No tenía escrúpulos. Hizo triunfar la revolución pisando cabezas e imponiendo una autocracia similar a la de los zares pero de corte comunista”, señala Juan Eslava Galán (La revolución rusa contada para escépticos, (Planeta). Y, en ¡Camaradas! De Lenin a hoy, Javier Fernández Aguado dice:

“Ilich Uliánov ordenó más asesinatos en seis meses que los zares en los 80 años anteriores”.

El papel de los campesinos

 

La gran masa que hizo crecer el bolchevismo entre la Revolución de febrero de 1917 y el asalto al Palacio de Invierno –desde unos 25.000 efectivos en marzo a unos 350.000 en octubre de ese año–, “provino básicamente de los socialistas revolucionarios o eseristas de izquierda, que eran fundamentalmente campesinos”, destacan los autores de Entre dos octubres (Alianza), Francisco Veiga, Pablo Martín y Juan Sánchez Monroee.

Primer plano de Lenin durante uno de sus discursos en la Plaza Roja con motivo del aniversario de la Revolución
Primer plano de Lenin durante uno de sus discursos en la Plaza Roja con motivo del aniversario de la Revolución (Archivo)

Esta perspectiva es común a la de Julián Casanova en La venganza de los siervos, donde “el gran protagonista sin duda alguna es el campesinado” y donde los sucesos de 1917 sirven como “caleidoscopio” de revoluciones que afectan a todos los ordenes de la sociedad: además de la política, la economía, la cultura, la religión y la familia.