Sinaloa, Chihuahua, Ciudad Juárez, Sonora, Durango, Tamaulipas… Son ciudades y estados mexicanos que ocupan a diario la primera plana de los diarios, y no precisamente para bien. La violencia manda, todo es nota roja, o crónica de sucesos, que diríamos en España. Sus nombres se nos han hecho familiares a base de escuchar hablar de redes de narcotraficantes como el Chapo Guzmán o por lecturas desasosegantes como las novelas de Don Winslow. Es, claramente, territorio vetado al común de los turistas, “zonas de riesgo” que “deben ser evitadas”, en palabras del Ministerio de Exteriores español.Sin embargo, esa violencia también ha estallado ya, como un sarampión incontrolado, en una zona hasta ahora a salvo: la Baja California Sur, un lugar paradisíaco en el oeste del país, bañado por el Pacífico, que es uno de los destinos preferidos de europeos y norteamericanos en el país.

Hasta allí han llegado los ajustes de cuentas y las guerras por el territorio, pero por ahora están muy localizadas, se traducen en ataques selectivos y los visitantes siguen siendo más que bienvenidos, siendo como es el turismo la tercera fuente de divisas del país, con 35 millones de visitas anuales y más de 19.000 millones de dólares de ingresos -son datos de Coparmex, la patronal mexicana-. España, a través del departamento que comanda el ministro Alfonso Dastis, no ha modificado sus recomendaciones de viaje e insiste en catalogar este rincón de ensueño como “zona sin problemas”.

 ¿DE QUÉ ZONA HABLAMOS?

La Baja California Sur, cuya capital es La Paz, atesora espacios que cualquier visitante en México debe marcar en rojo: Cabo San Lucas, Todos Santos, el Parque nacional de la Bahía de Loreto, San José del Cabo…Allá se puede hacer de todo: desde tostarse al sol en playas cristalinas a ver ballenas y tortugas, pescar, conocer especies únicas en el desierto, ir de balnearios o hacer submarinismo. Por situarnos: es una zona bañada por el Mar de Cortés, el que salía en los documentales del profesor Jacques Cousteau.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO ALLÍ?

Pese a esa burbuja de seguridad en la que ha vivido habitualmente, ahora se está produciendo un choque importante entre grupos de narcos, un sprint de violencia intensificado en realidad en los tres últimos años. Quieren parte del pastel los Zetas, el cártel del Golfo, Nueva Generación… Y entre ellos se están matando. La detención de grandes capos ha llevado a diversificar zonas en todo el país, tratando de alcanzar nuevos mercados, y la Baja California Sur es jugosa porque es, al fin, como otros destinos turísticos, un punto importante de consumo de droga y de lavado de dinero. Desde allí, además, pretenden abrir una nueva ruta hacia EEUU, el gran mercado.

Según datos publicados por los medios mexicanos, en el mes de julio se han registrado 32 muertos en esta zona, superando los 280 en lo que va de 2017 de los 12.000 registrados en todo México. La cifra supone un incremento del 369% respecto al 2016, lo que lo convierten ahora en el cuarto estado con más muertes en el pasado año. Es, igualmente, el primero en extorsiones, con casi 17 casos por cada 100.000 habitantes, sólo contando casos denunciados.

Se han producido casos muy llamativos, como el ataque en el que tres hombres murieron en un tiroteo registrado el domingo pasado en una concurrida playa de Los Cabos, en presencia de numerosos bañistas, locales y turistas. En enero, por ejemplo, hubo otro ataque en Playa del Carmen con cinco muertos -tres extranjeros-, pero como en el caso más reciente, quedó claro que los caídos eran buscados expresamente por sus ejecutores, que se trataba de ajustes de cuentas. Certeros, no ha habido turistas asesinados en estos sucesos.

¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO?

Según Coparmex, en la actual temporada vacacional se movilizaron destacamentos del Ejército, la Marina y la Policía Federal para reforzar la vigilancia en los principales destinos de playa y, en concreto, en esta zona hay desplegados más de mil militares desde la pasada Semana Santa. Los empresarios aplauden la medida, pero piden que no sea estacional, para que México no salga de nuevo de la lista de los diez países más visitados del mundo.

Se han establecido perímetros de seguridad en las principales zonas hoteleras, aunque está claro que entra entro de lo posible que un ataque localizado, concreto, acabe matando a inocentes si se atenta en un lugar abierto, público, concurrido.

¿LO ESTÁ PAGANDO EL TURISMO?

No. Los datos que aportan los empresarios mexicanos indican que, antes al contrario, las reservas hoteleras están subiendo en toda la zona, entre un 2 y un 3% respecto al pasado año. “Blindemos al turismo de la inseguridad” reza, no obstante, la campaña que han lanzado para impedir que los viajeros se amedrenten.

En primavera, los hosteleros denunciaron un pico de violencia común, menos vinculada a los cárteles, que estaba comenzando a subir en zonas como Cancún o Acapulco, como robos a transportistas, asaltos a conductores o violencia en la calle, pero tampoco en este caso se produjeron anulaciones de reservas.