Hacia una cura para el joven que envejece a cámara rápida…VIDEO

Un científico de 23 años participa en el descubrimiento de una terapia experimental para su propia enfermedad, que suele matar a los afectados en la adolescencia

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La vida de Sammy Basso comenzó como la de casi cualquier otra persona. Nació en una fría mañana de invierno, el 1 de diciembre de 1995, en Schio, una pequeña ciudad del norte de Italia. Era un hermoso bebé de 2.700 gramos, “un tierno cuerpecito para abrazar y mecer en tus brazos”, según recuerdan sus padres. Sin embargo, a los seis meses algo se empezó a torcer. Su crecimiento, misteriosamente, se frenó de golpe. Y, con apenas dos años de vida, llegó el diagnóstico: Sammy sufría el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, un trastorno genético extremadamente raro que hacía que el niño envejeciera a cámara rápida. No había cura. Lo normal, dijeron los médicos, es que Sammy muriera antes de cumplir 13 años.