Para muchos de nosotros, el gran tiburón blanco es una criatura misteriosa y aterradora de las profundidades, pero ahora es un poco menos misterioso. Un equipo de científicos ha secuenciado todo el genoma del gran tiburón blanco, revelando algunas pistas sobre cómo estos animales son tan buenos curando heridas y resistiendo el cáncer.

Los tiburones son criaturas fascinantes, sentados orgullosos en la parte superior de la cadena alimenticia del océano durante millones de años; de hecho, se han mantenido prácticamente sin cambios desde mucho antes de la época de los dinosaurios.

Además de eso, son particularmente buenos para curarse a sí mismos y rara vez contraen cáncer, y algunas especies incluso viven hasta la edad madura de 400 años.

Para ayudar a descifrar cómo los animales pueden manejar estas increíbles hazañas, un equipo internacional liderado por científicos de la Universidad Nova Southeastern, la Universidad de Cornell y el Acuario de la Bahía de Monterey ahora han secuenciado el gran genoma del tiburón blanco.

Lo primero a tener en cuenta es que el genoma del tiburón es una vez y media más grande que el de los humanos.

Dentro de ese código genético, los investigadores encontraron que la selección natural había dado un impulso a los genes involucrados en la reparación del ADN, la respuesta al daño del ADN y la tolerancia al daño del ADN, que podría estar detrás de la resistencia de los animales contra el cáncer y otras enfermedades relacionadas con la edad.

“No solo hubo un número sorprendentemente alto de genes de estabilidad del genoma que contenían estos cambios adaptativos, sino que también hubo un enriquecimiento de varios de estos genes, destacando la importancia de este ajuste genético en el tiburón blanco”, 

Source: Nova Southeastern University