Saad al Jabri, quien ocupara un alto cargo en la inteligencia saudita, acusó públicamente al príncipe heredero Mohamed bin Salmán de enviar un grupo de agentes a Canadá para matarlo, unas dos semanas después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en 2018.
En una demanda de 106 páginas presentada este jueves ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Washington, el exfuncionario, residente permanente de Canadá, afirma que sus estrechos vínculos con la comunidad de inteligencia de EE.UU., así como su conocimiento de información supuestamente comprometedora sobre el príncipe, lo han convertido en uno de los objetivos claves de Bin Salmán. Esta información incluiría presuntos negocios corruptos del príncipe y la creación de un equipo personal de mercenarios, llamado ‘Escuadrón Tigre’, que, según la demanda, estuvo detrás del asesinato y desmembramiento de Khashoggi.
“Pocos lugares contienen información más sensible, humillante y condenatoria sobre el acusado Bin Salman que la mente y la memoria de Saad, excepto quizás las grabaciones que Saad hizo en previsión de su asesinato“, reza la demanda, agregando que “es por eso que el acusado Bin Salman lo quiere muerto” y “ha trabajado para lograr ese objetivo durante los últimos tres años”.
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Según las acusaciones presentadas en la demanda, que aún no han sido probadas, los miembros del escuadrón llegaron al aeropuerto Pearson de Toronto en octubre de 2018, con visas de turista y con “dos bolsas de herramientas forenses y personal forense con experiencia en la limpieza de escenas del crimen, incluido un instructor del mismo departamento de pruebas penales que el especialista forense que desmembró a Khashoggi con una sierra para huesos”. Intentaron ingresar a Canadá de manera encubierta, a través de taquillas de inmigración separadas, pero despertaron sospechas al afirmar que no se conocían, por lo que los agentes fronterizos les negaron la entrada a todos menos a uno, un supuesto miembro del escuadrón que viajaba con un pasaporte diplomático.
Al Jabri, ciudadano de Malta y de Arabia Saudita, huyó del reino en 2017, primero a Turquía y luego en secreto a Toronto, donde reside en la actualidad. Según la demanda, Bin Salmán le ordenó repetidamente que regresara al país y lo amenazó a través de mensajería instantánea con “usar todos los medios disponibles” y “tomar medidas que podrían ser perjudiciales” para él.
“Bin Salman ahora planea enviar agentes directamente a través de EE.UU., para ingresar a Canadá por tierra y, de una vez por todas, eliminar a Saad“, alega el documento.
Asimismo, la demanda afirma que, como táctica de presión, el príncipe heredero ordenó la detención y el secuestro de familiares de Al Jabri, y que agentes sauditas piratearon los teléfonos del exfuncionario y congelaron sus cuentas bancarias.