Evo Morales llama a la calma en Bolivia a la espera de que la Organización de Estados Americanos determine si hubo fraude en las elecciones del 20 de octubre. Un equipos de expertos de la OEA ya ha empezado a verificar los votos que permitieron la polémica reelección del presidente, en medio de una profunda crisis social y política en el país.
Los graves enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente desatados tras las elecciones dejaron esta semana dos muertos por disparos, los primeros fallecidos. La violencia parece haber disminuido en las últimas horas, aunque este jueves se volvieron a registrar enfrentamientos con las fuerzas del orden en La Paz, después de una multitudinaria asamblea ciudadana que discurrió pacíficamente.
Mesa no reconoce la auditoría
La oposición, encabezada por el expresidente Carlos Mesa, ya ha dejado de pedir una segunda vuelta y exige la renuncia de Morales, la anulación de los comicios y la convocatoria de nuevas elecciones. De hecho, Mesa no reconoce la auditoría, por haber sido pactada entre el gobierno y la OEA, sin dar voz a quienes denuncian el fraude.
