El Estado de Baja California Sur vive una oleada de violencia sin precedentes. Hace solo una semana, el jefe de policía de Los Cabos, Juan Manuel Mayorga, era asesinado a tiros. Y ayer se encontraron seis cuerpos colgados en tres puentes diferentes muy cerca del complejo turístico de Los Cabos, destino de miles de turistas cada año.

Dos hombres sin vida colgaban en medio de un puente cercano a colonia Chametla, cerca del Aeropuerto Internacional de La Paz, otros dos se encontraron en San José del Cabo en el puente de Las Veredas que va camino al Aeropuerto Internacional de Los Cabos. Más tarde se descubrió otro macabro hallazgo: dos cuerpos más en un puente situado en la carretera entre Cabo San Lucas y San José del Cabo.

El Gobernador del estado de Baja California Sur, Carlos Mendoza David, mostró su repulsa en Twitter y advirtió que las autoridades ya estaban investigando los incidentes.

Este tipo de situaciones, comunes en otros Estados como Guerrero o Veracruz, eran hasta hace unos años una rareza en Baja California Sur. Sin embargo, en tan solo 4 años la violencia en este estado mexicano ha aumentado a niveles nunca vistos. En lo que va de año se han producido 469 asesinatos en Baja California Sur en comparación con los 89 de 2013 y los 192 de todo 2016. Una escalada de violencia acorde con la situación de un país donde se mata con impunidad y que ha dejado este 2017 2.000 ejecuciones al mes, 78 cada día y tres muertes por hora.