El cambio climático es el “tema más importante” para la gente según la primera encuesta internacional sobre el asunto: supera la preocupación que generan la economía, el delito y la educación. Si bien el sondeo se realizó en países desarrollados, sugiere el modo en que la cuestión ha ganado espacio en la conversación pública.
La encuesta, encargada por la ONG británica Hope Not Hate (HNH) midió el impacto de lo que las personas reconocieron como una “emergencia” pocos días antes de la mayor manifestación global contra el cambio climático. El estudio se hizo en los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Alemania, Italia, Francia, Polonia y Brasil.
El tema dominó la preocupación popular en todos los países, y dejó atrás a la economía mundial, las migraciones y el terrorismo. Los participantes expresaron también su decepción por la deficiencia de la gestión de los políticos ante este problema.
Nick Lowles, de HNH, dijo a The Guardian que el público estaba “mucho más adelantado” que los políticos en el reconocimiento de la magnitud de la crisis climática. “Comprenden la escala del problema y quieren que los gobiernos actúen con la fuerza y la decisión que requiere esta emergencia”.
Las consecuencias no son sólo una amenaza para la naturaleza sino también —y mucho— para la sociedad. Migraciones, conflicto, división y hasta el racismo son factores que podrían aumentar hasta dañar el tejido de las comunidades. “Nuestros líderes deben tomar acción inmediata de manera tal que las presiones ambientales no se conviertan en una fuente de hostilidad, ira y competencia en nuestras sociedades”, agregó.
Las preguntas también indagaron en la opinión de las personas sobre cómo reducir emisiones: la mayoría favoreció “medidas radicales” como más turbinas eólicas y paneles solares, más puntos de recarga para vehículos eléctricos y más desarrollo de la industria limpia, a la vez que consideró necesario terminar la minería de carbón y la extracción de petróleo y gas y agregar un impuesto a los viajeros frecuentes.
La encuesta halló al menos las tres cuartas partes del público piensa que el mundo enfrenta una “emergencia climática” que presenta el riesgo de ser “extremadamente peligrosa”. En Brasil —que sufre incendios en el Amazonas— el 74% de los encuestados dijo que “se acaba el tiempo para salvar el planeta”; la cifra es del 70% en Alemania, del 64% en el Reino Unido y el 57% en los Estados Unidos.
En algunos lugares los temas locales —como el acceso a la salud en los Estados Unidos o el Brexit en el Reino Unido— resultaron prioritarios en medida similar o mayor. Más allá de eso, en los ocho países un 74% de la población manifestó haber notado ya señales del problema, como episodios climatológicos extremos, entre ellos olas de calor e inundaciones. Dos tercios de las personas dijeron que lo consideran una amenaza directa a la gente común.
El medioambiente en general, que hace un año era la preocupación principal del 17% de los participantes en una encuesta antecesora, inquietó ahora el 27 por ciento. Ese dato más amplio posiblemente importe en la reunión de líderes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York: el secretario general de la ONU, António Guterres, solicitó que los gobiernos presentaran planes para enfrentar la crisis ambiental con miras al ajuste de los objetivos de temperatura acordados en el Acuerdo de París.
Los encuestados también vieron con buenos ojos que las empresas que son grandes contaminantes compensen el daño que causa su producción; a la vez, se manifestaron escépticos de que eso se pueda lograr debido a la inacción política.