El regulador del mercado de valores en Estados Unidos (SEC, en sus siglas en inglés) ha sancionado a la compañía estatal brasileña Petrobras con 1.786 millones de dólares, por engañar a los inversores manipulando sus libros contables para ocultar la trama fraudulenta que le permitió pagar sobornos. El Departamento de Justicia ha anunciado por su parte que no emprenderá acciones penales contra la sociedad.
La SEC acusa a los ejecutivos de Petrobras de trabajar estrechamente con grandes contratistas y suministradores para “inflar en miles de millones de dólares el coste de proyectos de infraestructura”. Las compañías que realizaban estos proyectos, explica, les pagaron a cambio y compartieron esos pagos ilícitos con políticos brasileños que les ayudaron a obtener cargos al más alto nivel en la sociedad.
La investigación de la agencia que vigila la conducta de las firmas cotizadas detectó que, con este entramado, se inflaron los activos de Petrobras en unos 2.500 millones dólares. Ese dinero se registró en el balance como inversiones destinadas a adquisiciones y mejoras de activos. Esta información engañosa formaba parte de una oferta de acciones que hizo Petrobras en 2010 por valor de 10.000 millones.
La SEC determina que se presentó a los inversores información falsa sobre los proyectos, la integridad de su equipo directivo y la naturaleza de la relación que Petrobras tiene con su principal accionista, el gobierno brasileño. “Operaron una trama masiva de sobornos y corrupción”, afirma Steven Peikin, “si una compañía extranjera vende acciones en EE UU, debe proveer información veraz”.
Petrobras ya llegó a un pacto extrajudicial en enero pasado para indemnizar en EE UU a los inversores afectados por el escándalo. Entonces se comprometió a compensarles con 2.950 millones de dólares para poder cerrar una demanda colectiva que data de hace tres años. Parte del dinero de la multa anunciada por la SEC, unos 930 millones podrá ser utilizado para pagar a los inversores afectados.
La sanción es de 853 millones. Petrobras pagará 85,3 millones al Departamento de Justicia de Estados Unidos, otros 85,3 millones al regulador bursátil y los 682,6 millones restantes a la Fiscalía brasileña. Se ordena en paralelo la creación de un fondo para la distribución de la compensación entre los demandantes.
Los inversores demandaron a la petrolera brasileña después de que la fiscalía de Brasil acusara a los antiguos ejecutivos de la compañía de aceptar más de 2.000 millones en sobornos a lo largo de una década, en el marco de la operación Lava Jato. Petrobras se presentó siempre como víctima. Pero eso no evitó que el valor bursátil de la sociedad se desplomara, provocando pérdidas multimillonarias a los inversores.