Sólo son seis palabras, pero esconden un gran enigma: ¿cómo sale Venezuela de la crisis?
A poco más de una semana para las elecciones presidenciales del 20 de mayo es la pregunta del millón de dólares.
Venezuela padece la mayor inflación del mundo y a los precios elevados y en continua escalada se suma el desabastecimiento de ciertos alimentos, medicinas y productos básicos.
El presidente Nicolás Maduro afirma que, si es reelegido, sí tomará medidas para combatir lo que considera como una “guerra económica” y una inflación “inducida” por la oligarquía, Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, los economistas liberales critican, ente otras cosas, los controles gubernamentales, como el del mercado cambiario, y el colapso de empresas estatales como la petrolera PDVSA, principal fuente de ingresos del país.
Buena parte de la oposición considera que no hay condiciones justas para celebrar los comicios del 20 de mayo y llaman a no participar.
Pero el candidato Henri Falcón sí quiere plantear batalla y propone dolarizar la economía y pedir ayuda financiera a organismos multilaterales.
“Es una lucha entre el socialismo como futuro y el capitalismo como zombi que se niega a morir”, dice Maduro a pocos días de las elecciones.
En BBC Mundo le pedimos opinión a tres economistas con visiones diferentes.
Mientras Anabella Abadi y Asdrúbal Oliveros presentan una postura liberal y crítica con el gobierno y proponen un cambio radical, Guillermo Oglietti anima a seguir una política “heterodoxa” alejada del modelo “neoliberal”.
“Una política económica de corte heterodoxo”
Guillermo Oglietti, doctor en Economía e investigador de Celag (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica). (El director del centro, Alfredo Serrano, es asesor económico del gobierno de Nicolás Maduro).
El economista afirma que desde inicios del siglo XXI Venezuela navega “a contracorriente en lo económico porque decidió, no sólo su gobierno sino mayoritariamente su pueblo, que el camino no era el modelo neoliberal”.
“La política de redistribución para garantizar derechos sociales gracias a la recuperación de la soberanía petrolera ha sido clave en este periodo”, agrega.
Según Oglietti, los “actores internacionales que disfrutaban de la renta petrolera venezolana reaccionaron en contra en forma de intentos de golpes de Estado (véase 2002) o como está pasando ahora, en forma de agresión económica y financiera internacional para llegar a lograr lo que hasta el momento no han podido hacerlo por la vía electoral”.
Para el economista, “la inflación es el principal síntoma de los problemas económicos actuales y deben atacarse sus causas”.
“Ahí fallan las propuestas neoclásicas, como la dolarización, el austericidio y la convertibilidad”, afirma.
“La única vía posible es una política económica integral de corte heterodoxo que consolide una estructura productiva amplia y de alto valor agregado, que evite la excesiva concentración de la oferta, que mejore los canales de distribución, que construya un sistema cambiario eficiente y transparente, y que impida cualquier tipo de especulación”.
El economista destaca como “instrumento formidable” el petro, la criptomoneda creada por el gobierno venezolano respaldada por los recursos naturales del país.
“Simultáneamente aporta financiamiento fresco, rompe el bloqueo, estimula las exportaciones y desafía el negocio norteamericano de la dolarización al crear una divisa competitiva”, explica.
Además, en el plano fiscal propone aumentar “ingresos públicos a través de instrumentos como la facturación electrónica e impuestos a las grandes fortunas y a las grandes transacciones especulativas“.
Propone también mejorar la gestión y estimular la producción de las empresas públicas y una “política de precios que permita la recuperación del ingreso ciudadano”.
El 4 de junio se introducirá en Venezuela una nueva familia de billetes, el bolívar soberano, que supondrá la eliminación de tres ceros. En este sentido, Oglietti espera que “la nueva moneda no herede la reputación del bolívar fuerte”.
El economista propone también “retomar la agenda de renegociación de la deuda y aliviar la presión de los vencimientos de corto plazo”.
Oglietti espera estabilidad tras la elección. “Porque la inflación en Venezuela, como en el Chile de (Salvador) Allende, sustituye la incapacidad de la derecha para ganar elecciones legítimamente”, opina.
“Confianza, disciplina e iniciativa privada”
Anabella Abadi es economista y analista de Entorno y Gestión Pública.
La economista es crítica con lo que califica como “políticas económicas distorsionantes” del gobierno de Maduro.
“Se han traducido en la destrucción de las señales de precios, lo que hace imposible distinguir lo caro de lo barato, y en un mercado cambiario opaco y volátil en el que un mismo dólar tiene una docena de precios de referencia”.
El gobierno ejerce el control cambiario. Ante la escasa venta de dólares al sector privado, éste ha recurrido al mercado negro, donde el dólar cuesta diez veces más. La devaluación del bolívar lleva a una alta demanda de la moneda estadounidense.
Entre sus propuestas está “recortar subsidios a los servicios públicos y a la gasolina“, que es prácticamente gratuita en un país petrolero como Venezuela.
La medida, que sería muy impopular, podría ser incluso tomada por Maduro si es reelegido.
Abadi habla de compensar esos recortes con “transferencias compensatorias del gobierno al bolsillo de los venezolanos, para lo que sería necesario apoyo financiero internacional y la reestructuración de la deuda externa”.
Esas propuestas las contempla también el programa económico del candidato Henri Falcón.
La ayuda de organismos internacionales es rechazada por Maduro, que culpa incluso al Fondo Monetario Internacional de la “guerra económica” y de la “inflación inducida”.
La economista considera tres aspectos clave en las reformas:
- Generar un ambiente de confianza. Para ello pide “promover la productividad y la transparencia mediante la publicación oportuna de estadísticas oficiales que permitan hacer seguimiento de las políticas económicas”. El gobierno no publica cifras de inflación desde diciembre de 2015.
- Promover la disciplina fiscal. “Para contener las presiones inflacionarias se debe contener el gasto público por demás desordenado y arbitrario”, afirma Abadi.
- Respeto de la iniciativa privada. Abadi pide “el paulatino desmontaje de los controles y regulaciones laborales que han venido asfixiando a los productores venezolanos y que han desincentivado a potenciales inversionistas”.
“Disminución gradual de la dependencia del petróleo”
Asdrúbal Oliveros es director de la firma Ecoanalítica. Participó como asesor de la oposición en la última ronda de negociaciones con el gobierno en República Dominicana.
Oliveros, crítico con el gobierno, cree que la solución “pasa por un cambio profundo y drástico del modelo aplicado en las últimas décadas, un giro de 180 grados”.
El economista cree que el primer paso es crear un “entorno macroeconómico sano”.
“La crisis de Venezuela tiene su origen en la imposición sistemática de un modelo de dominación social, en donde el Estado ha sustituido al ciudadano y a los mercados como mecanismo de organización social”, critica Oliveros.
“Venezuela debe enfocarse en la producción de bienes y servicios transables, en la descentralización en la toma de decisiones, en la transparencia fiscal, en la diversificación de las oportunidades de inversión y en la disminución gradual de la dependencia hacia el petróleo”, explica.
El economista también pide respeto “a la propiedad privada y demás libertades políticas, civiles y económicas”.
La pasada semana el gobierno anunció la intervención por 90 días de Banesco, el banco privado más grande del país, por supuestas operaciones irregulares.
Como Abadi, Oliveros cree necesaria una gestión fiscal “transparente” y la promoción “de la actividad productiva privada”.
Y pide la eliminación del control de precios y unificar los mercados y mecanismos de cambio.
“Para poder sentar las bases de la reconstrucción, Venezuela necesita recurrir a todos los mecanismos de financiamiento posible, incluyendo la banca multilateral”, dice Oliveros, que en concreto habla de “atracción de inversiones en áreas claves como la petrolera”.