Más de 3.500 compañías de 150 países acudieron a Shanghái para participar en la primera exposición china dedicada enteramente a las importaciones. El interés es obvio: durante décadas, el gigante asiático era visto como una fuente de producción y exportación, pero las cosas están cambiando. El creciente nivel de vida de los chinos, sumado a una paulatina trasformación de la economía —que está pasando de un modelo de crecimiento extensivo a uno intensivo— poco a poco está haciendo del país el mayor mercado de productos y servicios del mundo.
Así, el año pasado las importaciones chinas crecieron un 15,9%, hasta alcanzar la suma de 1,8 billones de dólares. Las autoridades del país se han propuesto incrementar esos volúmenes hasta los 10 billones de dólares.
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No obstante, algunos países siguen expresando su descontento con las barreras económicas que persisten en China. Los funcionarios de la UE apuntan a las dificultades a las que se enfrentan las compañías europeas a la hora de competir con las chinas dentro de su territorio, al tiempo que el mercado europeo está totalmente abierto a las compañías e inversiones chinas.
EEUU, por su parte, no envió a ningún funcionario de alto nivel a la Exposición Internacional de Importaciones de China. La Administración actual en Washington ve en Pekín a su principal contrincante comercial y señalan que, sin un cambio fundamental en la política industrial y comercial china, será difícil resolver las contradicciones comerciales existentes.
En su discurso inaugural, el mandatario chino llamó a los países del mundo a seguir fieles a los principios de un mercado libre. Pero este discurso estuvo dirigido principalmente a EEUU, dijo a Sputnik Li Kai, analista de la Universidad de Finanzas y Economía Shanxi.
“Xi dijo que la economía china es un enorme océano y no una charca. Las tormentas y huracanes pueden revolver un pequeño lago, pero no le pueden hacer nada a un océano. Eso, de manera metafórica, quiere decir que a pesar de que EEUU tiene mucha fuerza dedicada a la guerra comercial con China, las autoridades de la República Popular también están llenas de determinación”, explicó Li Kai.
Rusia, por su parte, participa en el encuentro de Shanghái tanto a nivel gubernamental como privado. Las principales áreas que representan al país son productos agropecuarios, equipos de alta tecnología, medicina, servicios y bienes de consumo. Denís Mánturov, ministro de Industria y Comercio de Rusia, compartió que al encuentro asistieron 150 compañías rusas de 40 regiones distintas.
Con 84 billones de dólares de flujo bilateral, China es el principal socio comercial de Rusia, que ha llegado a ser el principal suministrador de recursos energéticos para el gigante asiático, superando incluso a Arabia Saudí. A día de hoy, los recursos naturales ocupan la mayor parte de las exportaciones rusas a China y Moscú pretende revertir esa situación. Es por eso que la industria rusa ve con mucho interés su participación en el encuentro.