Por: Francisco García Rosa
Señora Dra. Margarita Cedeño, Vice-presidente de la República.
Distinguida colega, amiga y coetánea:
Mi promoción de profesionales de la toga y el birrete es la tuya. Fue ahí, en la vetusta Facultad de Derecho de la universidad del Estado, donde tus condicipulos uasdianos te conocimos y te tratamos. El trayecto fue de cinco años exigidos por el viejo pensum, sin tomar en cuenta el año del Colegio Universitario (CU), con lo cual suman seis años que en nuestra época había que agotar a los fines de investirse de «Doctor en Derecho».
Margarita, tomaste una decisión que respeto, pero que no comparto. He consultado algunos compañeros de la promoción y la opinión es coincidente. Ellos, igual que yo, piensan que ha sido errático el camino que tomaste. Tú sabes que, en nuestra promoción, aunque había mayoría peledeista, había y hay de todas las banderías. Resulta que los opositores de la promoción lo ven mal, también lo ven mal una buena parte de los propios peledeístas y, como es natural, lo vemos mal quienes hemos seguido el sendero trazado por el Presidente Leonel Fernández. ¿Qué razones tuviste para hacer lo que hiciste? No lo sé Margarita, pero lo cierto es que la promoción se siente herida, muy herida. Nos hemos quedado boquiabiertos. Yo he tratado de buscar una explicación y no la encuentro. El Leonel que conozco, no sólo es el más importante líder de la nación, sino que ha sido buen hijo, buen esposo, buen padre, buen compañero. Leonel Fernández es un excelente ciudadano, excelente profesional y excelente académico.
Ha sido el mejor Presidente que ha tenido el país después de la muerte de Trujillo, encabezando tres períodos gubernamentales cargados de la más grandes realizaciones materiales e institucionales. Tú siempre reconociste eso Margarita y lo decías públicamente tomando como aval los números y las estadísticas. Margarita, por tus grandes condiciones intelectuales, académicas, profesionales y políticas, el Presidente Leonel Fernández siempre te valoró. Te designó muy joven como sub-consultora jurídica del Poder Ejecutivo en su primer período de gobierno. Se casó contigo y te convirtió en Primera Dama en el segundo y tercer período de sus mandatos. Fue el garante de tú ascenso al Comité Central y luego al Comité Político. Es el responsable de tú ascenso a la Vicepresidencia de la República por dos períodos consecutivos.
Por los esfuerzos y sacrificios del Presidente Leonel Fernández, tú Margarita, has sido la única Primera Dama y la única Vicepresidente que has manejado el Gabinete Social del Gobierno. Has manejado, muy honrada y eficientemente, millonarios recursos para hacer una hermosa labor social y te has proyectado públicamente. Hay dos verdades que andan de la mano y que nadie puede negar. La primera es tú gran formación humana y tú gran vocación social. La otra, indispensable para lograr lo que has obtenido, el pié de amigo de tú esposo el Presidente Leonel Fernández. Él ha sido determinante en tus grandes logros de tus últimos 30 años. Eso todos lo sabemos, nadie puede negarlo.
Margarita, a mí me dijeron que estabas muy compungida y abrumada con el fraude descomunal perpetrado en las primarias internas y abiertas del PLD del 6 de octubre del año pasado. Tuviste a mano todas las evidencias del fraude, te indignaste por el hecho de que, desde Palacio, a través de sus amanuenses de la JCE, el Gobierno había fraguando un fraude contra tú esposo, líder, guía y mentor. Resulta que ahora eres la compañera de boleta de la persona a través del cual se llevó a efecto aquel fraude que despojó a tú esposo de la candidatura presidencial del Viejo Partido. ¡Waoo Margarita! Lo veo y no lo creo. ¿Qué te pasó? Hombres y mujeres, sin distingos partidarios, rechazan tú actitud y repudian tú postura, incluyendo parte de los oficialistas.
Leonel es un gran demócrata por formación conceptual y teórica, pero sobre todo, por su praxis. Todos sus adversarios se lo reconocen y sé que para él aún los esposos pueden tener diferencias políticas. Ese no es el caso, amiga, tú has sido desleal y te has dejado utilizar como una niña por los adversarios de tú mentor y compañero de vida. Eso que has hecho nadie lo ve bien. De un sólo plumazo lo dañaste todo. Has cavado tú propia tumba. Gonzalo Castillo y la cúpula palaciega te usan, saben que indefectiblemente van a perder, pero al perder, no sólo se irán al zafacón de la historia quienes te usan, sino que es su propósito destruirte a ti. En ese propósito ya han avanzado mucho. Tú alta valoración se ha reducido significativamente.
Lo que has hecho Margarita es perder, perder. Lo tuyo antes era ganar, ganar. Todo el rechazo del país al Gobierno y a su candidato caerán sobre ti. Se que en algún momento te sentarás a meditar sobre tus últimas acciones. Ojalá no sea demasiado tarde.
Muy atentamente, tú amigo y seguro servidor.